La tensión ha sido máxima durante toda la jornada en el barrio de Gracia de Barcelona, donde los radicales pretendían homenajear a la etarra Laura Riera, que salía a primera hora de prisión, dónde ha estado nueve años por facilitar información a ETA que sirvió, entre otras cosas, para asesinar al concejal del PP Francisco Cano.
La Audiencia Nacional decidió prohibir el acto al considerar que "supondría exaltar su currículo delictivo", por lo que reclamó a las Fuerzas de Seguridad que estuvieran vigilantes. Por ello, horas antes de la convocatoria -19.00 horas en la plaza del Raspall- varios furgones policiales y decenas de agentes a pie blindaron los accesos, pidiendo continuadamente la documentación.
Los mayores enfrentamientos se produjeron pasadas las seis y media de la tarde, cuando los Mossos impidieron que se leyera un manifiesto por parte de la plataforma de apoyo a la terrorista. Concretamente, un radical subió a la tarima y empezó a leer un texto, cuando los agentes de la Policía autonómica le hicieron bajar y se lo llevaron para identificar, junto a otro grupo de siete jóvenes entre abucheos.
Carga policial contra los radicales
La cosa no se quedó ahí, porque después los Mossos tuvieron que cargar contra una marcha "espontánea" de radicales. En la manifestación, según la agencia EFE, participaron dos centenares de exaltados que daban gritos dando la bienvenida a casa a Riera y llevaban una pancarta que rezaba "Por los derechos políticos y civiles, disolución Audiencia Nacional".
A los manifestantes no les importó que a escasos metros se estuvieran celebrando unos juegos infantiles, lo que provocó momentos de tensión y nervios entre varias decenas de ciudadanos, que se vieron envueltos en la carga. Se practicaron un total de cuatro detenciones.
Previamente, los policías retiraron pancartas colgadas en la plaza pancartas que daban la bienvenida a Riera y donde se atacaba a la Audiencia Nacional. Además, informaron de que el acto era ilegal. "Mossos torturadores" y "Libertad de expresión. Policía, no" han sido uno de los gritos escuchados.
Laura Riera, condenada a 9 años de prisión por colaboración con ETA, salió de la prisión de Can Brians (Barcelona) poco después de las seis y media de la mañana, y se marcho en una furgoneta que la esperaba a la puerta del centro penitenciario.