L D (Agencias) Acompañados por el vicepresidente y portavoz de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y por el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, Aguirre y Camps han pedido al vicepresidente económico, Pedro Solbes, que cumpla la "palabra dada" y que antes del próximo 1 de enero se apruebe el nuevo modelo de financiación autonómica, que reconozca el aumento de la población y que evite las desigualdades y las arbitrariedades entre autonomías. Sobre los Presupuestos han dicho que suponen una "injusticia flagrante" y que constatan el "maltrato" y la "asfixia" a las que aseguran que les somete el Ejecutivo.
El presidente valenciano ha estimado en unos mil millones de euros la cantidad que recibiría cada una de las dos comunidades en virtud de ese fondo de compensación cuyo importe iría destinado a políticas de bienestar: educación, sanidad y políticas sociales. Asimismo, Camps ha calculado en unos 6.000 millones de euros la deuda que el Estado mantiene con su comunidad, mientras que Aguirre la ha valorado en 9.063 millones de euros, de los que 3.129 corresponderían al reconocimiento del 1,1 millones de nuevos madrileños en los últimos años.
Según ha destacado Aguirre se ha roto "el principio de equidad" entre las regiones", ya que las inversiones previstas para Cataluña suponen un 17,34 por ciento del total; para Andalucía, un 16,53 por ciento, mientras que para Madrid "sólo representan el 9,24 por ciento, a pesar de que ha recordado que los madrileños aportan un 18 por ciento al Producto Interior Bruto (PIB). Según ha resaltado, los PGE representan una inversión per cápita de 641 euros para los catalanes, de 547 para los andaluces, de 590 euros para el conjunto de España, mientras que para los madrileños suponen 405 euros, es decir 185 euros menos que la media nacional. Asimismo, la presidenta madrileña ha insistido en que no se ha presupuestado ni un euro a la Comunidad de Madrid para inversiones, mientras que se incluye un crédito de mil millones de euros para Cataluña y Baleares.
Por su parte, Camps, que ha recordado que la población valenciana ha crecido en aproximadamente un millón de habitantes, ha denunciado que para Rodríguez Zapatero "uno de cada cinco valencianos no existe", y ha criticado que su "gobierno arbitrario" sólo financia las políticas de bienestar de sus "comunidades amigas". El presidente valenciano ha exigido que el nuevo modelo de financiación sea "urgentemente aprobado" y "recoja de forma transparente y objetiva la realidad económica social y democrática de cada uno de los territorios de España", para que de esta forma, ha dicho, "la arbitrariedad quede lo más arrinconada posible", ya que "sólo genera desigualdad entre los españoles".
El presidente valenciano ha estimado en unos mil millones de euros la cantidad que recibiría cada una de las dos comunidades en virtud de ese fondo de compensación cuyo importe iría destinado a políticas de bienestar: educación, sanidad y políticas sociales. Asimismo, Camps ha calculado en unos 6.000 millones de euros la deuda que el Estado mantiene con su comunidad, mientras que Aguirre la ha valorado en 9.063 millones de euros, de los que 3.129 corresponderían al reconocimiento del 1,1 millones de nuevos madrileños en los últimos años.
Según ha destacado Aguirre se ha roto "el principio de equidad" entre las regiones", ya que las inversiones previstas para Cataluña suponen un 17,34 por ciento del total; para Andalucía, un 16,53 por ciento, mientras que para Madrid "sólo representan el 9,24 por ciento, a pesar de que ha recordado que los madrileños aportan un 18 por ciento al Producto Interior Bruto (PIB). Según ha resaltado, los PGE representan una inversión per cápita de 641 euros para los catalanes, de 547 para los andaluces, de 590 euros para el conjunto de España, mientras que para los madrileños suponen 405 euros, es decir 185 euros menos que la media nacional. Asimismo, la presidenta madrileña ha insistido en que no se ha presupuestado ni un euro a la Comunidad de Madrid para inversiones, mientras que se incluye un crédito de mil millones de euros para Cataluña y Baleares.
Por su parte, Camps, que ha recordado que la población valenciana ha crecido en aproximadamente un millón de habitantes, ha denunciado que para Rodríguez Zapatero "uno de cada cinco valencianos no existe", y ha criticado que su "gobierno arbitrario" sólo financia las políticas de bienestar de sus "comunidades amigas". El presidente valenciano ha exigido que el nuevo modelo de financiación sea "urgentemente aprobado" y "recoja de forma transparente y objetiva la realidad económica social y democrática de cada uno de los territorios de España", para que de esta forma, ha dicho, "la arbitrariedad quede lo más arrinconada posible", ya que "sólo genera desigualdad entre los españoles".