La denominada guerra del agua, que enfrenta a los populares de Murcia y Valencia con los de Castilla-La Mancha , suma una nueva protagonista. A preguntas de Libertad Digital tras el primer Comité de Dirección del PP de Madrid de 2010, Esperanza Aguirre se ha proclamado "enormemente afectada" por la situación y ha recordado que los madrileños también se ven beneficiados por la cuenca del Tajo.
"No puede haber apropiaciones de agua como se ha hecho por parte de algunos Estatutos de Autonomía, esas apropiaciones son inapropiadas y van en contra de los principios del PP", ha sentenciado la presidenta regional, en plena polémica por la reforma del texto de Castilla La-Mancha, que incluirá –con el apoyo del PP de María Dolores de Cospedal- una reserva estratégica de 6.000 hectómetros de agua.
Aguirre, en un discurso claramente en sintonía con el de sus homólogos valenciano, Francisco Camps, y murciano, Ramón Luis Valcárcel, insistió en que "nadie puede apropiarse del agua", independientemente de las siglas políticas del "territorio, comunidad autónoma o municipio".
A todo esto, fuentes del entorno de la presidenta regional añaden que, pese al papel clave de la Comunidad en la cuenca del Tajo, han sido "marginados" por la dirección nacional del PP "que no nos han preguntado en ningún momento nuestra opinión".
Arguyen esta queja en la reunión, desvelada en exclusiva por Libertad Digital, de Mariano Rajoy con la secretaria general del PP y los otros barones territoriales afectados: Camps y Valcárcel. "Aguirre se tuvo que enterar por la prensa, y todo por no tomar una postura crítica y esperar a los órganos del partido", lamentó un miembro de la plana mayor de la Ejecutiva autonómica.
La respuesta del aparato del partido a esta nueva polémica llegaba de la mano de Juan Manuel Moreno, coordinador de Política y Local del PP. En respuesta a este periódico, Moreno aseguró que en el tema del agua "el único responsable" es el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que derogó el Plan Hidrológico Nacional.