Mariano Rajoy se reunió este lunes con sus barones regionales en el día antes del nuevo encuentro del Consejo de Política Fiscal y Financiera y con las autoridades europeas cada vez más pendientes de las cuentas autonómicas. La cita, clave, buscaba conseguir el compromiso total de las autonomías que dependen del PP con las reformas emprendidas por el Gobierno, pero también estaba previsto que algunas aprovecharan la cita para exponer la agónica situación de sus cuentas públicas.
Pese a la trascendencia del encuentro, ni María Dolores de Cospedal ni ningún otro portavoz del PP hizo declaraciones en la sede del partido a su término. Dentro, se pidió que no se dé información sobre la reunión, informa Pablo Montesinos. El objetivo era que el mensaje fuera unitario tras las últimas declaraciones discrepantes entre las comunidades, también entre las gobernadas por el PP. En el comunicado final, se contempla, como pidió Feijóo, la posibilidad de reducir el número de diputados y de eliminar duplicidades, así como la promesa de cumplir con la austeridad que exige Bruselas.
El dilema autonómico
A la salida, varios dirigentes autonómicos dieron ante la prensa sus impresiones del encuentro. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, fue una de ellas. Ante los medios, explicó que había insistido "con determinación" en su "creencia de que hay que revisar el sistema autonómico". "Eso es algo que no podemos ni debemos posponer", apuntó un día después de que un sondeo de El País pusiera cifras al clamor que pide reorganizar el estado autonómico: más de un 80% pide cambios en el sistema. También indicó en el encuentro que "hay que continuar con otras muchas reformas estructurales y confiar en que dentro de poco veremos la luz al final del túnel".
Fuentes populares citadas por Europa Press ampliaron la información sobre las peticiones de Aguirre. En el interior, la presidenta madrileña insistió en la urgencia de un cambio de modelo, que debe liderar el PP como el gran abanderado de la "gran reforma" que salve el sistema en España. En caso contrario, si no se pone coto a determinados gastos como el sanitario, advirtió que va a ser muy difícil salir de esta situación. La presidenta madrileña ya propuso el pasado mes de abril a Rajoy en Moncloa la devolución al Estado de las competencias de Justicia, Sanidad y Educación, para adelgazar la Administración y ahorrar unos 48.000 millones de euros.
Respecto a los ajustes, la presidenta madrileña defendió que la solución no es la bajada de partidas presupuestarias, sino directamente un cambio en el modelo con las reformas legislativas necesarias que permitan a las comunidades autónomas mantener los actuales servicios.
En su opinión, el actual modelo autonómico ha supuesto que los gobiernos regionales se encuentren con un problema que "simple y llanamente" no tiene solución, porque la ley les obliga a prestar unos servicios a los ciudadanos que las comunidades autónomas no pueden pagar.
"Subir los impuestos no es la solución"
"Por más cuentas que hacemos, por más ideas que se nos ocurren para aumentar los ingresos y reducir los gastos, llegamos siempre a la conclusión de que es imposible ofrecer los servicios a que nos obligan las leyes", argumentó.
También planteó que el ajuste que necesita España debe venir más por la vía de los gastos que de los ingresos, subrayando que "subir los impuestos no es la solución". En su intervención, algunos dirigentes populares, como Javier Arenas, defendieron que en la actual circunstancia económica sí está justificado subir impuestos, informa Europa Press.
Sin voces "discordantes"
Además de Aguirre, varios dirigentes territoriales contaron a la salida del encuentro cómo había sido la reunión. El presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, dijo, sobre la petición de Aguirre, que lo que había que hacer es "esforzarnos más y hacer asumible el sistema autonómico". "Lo que tenemos que hacer es ser buenos gestores", apuntó.
Alicia Sánchez-Camacho declaró que el presidente del Gobierno pidió a sus barones que "expliquen bien" las medidas de ajuste y recorte que se están aprobando para salir de la crisis. Además, afirmó que el Ejecutivo y las comunidades gobernadas por el PP escenificaron su compromiso con el objetivo de déficit público.
Por su parte, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, aseguró que no ha escuchado "ninguna" voz discordante en la reunión y que "todos" se han comprometido a "arrimar el hombro para sacar el país adelante". Según informa EFE, explicó que "ante la dificultad que existe en España por la crisis económica" todos los líderes han apoyado "la reducción de déficit sabiendo que hay gente afectada y colectivos que lo están pasando mal".
"Sabemos que hay colectivos a los que les afecta negativamente lo que estamos haciendo pero esto es para que hoy seamos creíbles, para dejar las facturas que dejó el PSOE ayer y para que mañana podamos crear empleo", aseveró. Con ese objetivo, insistió, "todo el mundo se ha comprometido a hacer esfuerzos para ajustarse al déficit no con el motivo de fastidiar a nadie sino con la intención de ser un país fiable".