Gabriel Moris, padre de una de las 200 víctimas del 11-M y uno de los peritos independientes que trataron de identificar el explosivo durante el juicio, ha hablado con LD de la decisión de la Fiscalía de archivar los restos del foco de explosión localizado en Villaverde.
"En este caso, además de perito, soy padre de una víctima, e igual que la madre de Sandra Palo, que clama verdad y justicia por su hija, yo seguiré clamando verdad y justicia hasta que caiga exhausto por mucho que la Justicia se me niegue y la verdad se me oculte", ha afirmado Moris en declaraciones a este diario.
Sobre las afirmaciones de la Fiscalía, que sostiene que no hubo ocultación, Moris ha recordado que durante la pericial, la Policía científica "nos dijo concretamente que los trenes habían sido fundidos" cuando reclamaron tomar muestras directamente de los focos.
También ha recordado cómo durante las investigaciones de la juez Coro Cillán "se puso de manifiesto que los Tedax de Madrid habían cogido una cantidad muy importante de muestras debidamente referenciadas" y "curiosamente estas muestras se perdieron" en el traslado a la unidad central de Tedax.
"En el 11-M todo fueron casualidades. Curiosamente esas investigaciones han sido archivadas por la Audiencia Provincial de Madrid y creo que por el fiscal Eduardo Esteban, el mismo que dice que el foco estaba perfectamente identificado y que no hay responsabilidades de nadie", ha señalado antes de añadir: "Sigo pensando que los 200 muertos y los 2000 heridos ocurrieron por una casualidad más. Fue la primera casualidad del 11-M".