En el PP vasco existe una honda preocupación por las perspectivas electorales de las formaciones nacionalistas, en las que incluyen al brazo político de ETA. Tanto es así que, ante Mariano Rajoy, su líder no dudó en centrar su discurso de clausura -el sábado fue reelegido- en los peligros de una “alianza activa o pasiva de PNV-Batasuna” volviendo así “a la senda de la bronca, de lo absurdo, de la edad de piedra”.
Las encuestas para consumo interno corroboran esta alarma. Según varios miembros de la dirección de Antonio Basagoiti, los nacionalistas obtendrían una abrumadora mayoría en el Parlamento de Vitoria si hoy se celebraran los comicios. El PP se mantendría o subiría y el PSE continuaría el descenso.
El líder autonómico no se anduvo por las ramas: “Nos vamos a enfrentar a un empeño del PNV por sumar con el mundo de Batasuna para la independencia. Y el resultado de eso puede acabar sumando es una resta para Euskadi, y una resta para la sociedad vasca”. Basagoiti, que en la víspera defendió más España frente a la ofensiva radical, puso fecha al órdago secesionista: “Esta alianza está vertebrada a través de un nuevo Plan desde 2009. Y ése nuevo plan es un Plan Estratégico a tan solo tres años. Ese plan, como apuntó Urkullu, es la independencia”.
“Hay que decir claramente que si los vascos apuestan por PNV-Batasuna, si los vascos apuestan por respaldar cualquiera de las dos caras de este nacionalismo, acabarán por ponerse de acuerdo, como ha pasado en Guipúzcoa”, argumentó. El presidente del Gobierno recogió el testigo, y llamó a centrarse en lo importante dejando a un lado debates que no llevan a ninguna parte.
Para Basagoiti, “todo eso solo lo puede impedir el PP”. Aún más, “si los vascos apuestan por la alternativa por nosotros, si apuestan por nosotros, apuestan sobre seguro. Están apostando por la moderación y por la estabilidad política y económica”, concluyó.