De los 480 compromisarios que tenían derecho a voto en el congreso del PP vasco, tan solo nueve votaron en contra de la ponencia política, que finalmente no incluía un rechazo a la política penitenciaria de Interior ni tampoco una petición de ilegalización de las marcas de Batasuna más allá de reivindicar la Ley de Partidos. Entre esos dirigentes que, a mano alzada, levantaron la cartulina del “no” estuvo Santiago Abascal, presidente de DENAES y exdiputado en la Cámara de Vitoria. También votó en contra de la gestión de Iñaki Oyarzábal al frente de la secretaría general.
En cuanto a Carlos García, el concejal de Elorrio que introdujo las dos enmienda a la ponencia política, finalmente se abstuvo. Algunas voces del partido criticaron, de igual forma, que el responsable de la ponencia, Borja Sémper, habría “seleccionado” los compromisarios. Desde el PP vasco se negaron tales acusaciones, y se destacó la limpieza de un congreso que proclamó por más del 92% presidente a Antonio Basagoiti.