El nuevo director general de la Policía, Ignacio Cosidó, se ha puesto ya manos a la obra para solucionar los problemas que la gestión de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del ministerio del Interior dejó en el seno de la Policía Nacional. Exactamente, un sinfín de altos cargos de libre designación cuyos nombramientos tuvieron que ser invalidados por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Y es que el anterior gobierno socialista utilizó los nombramientos a dedo no sólo para colocar a policías de su confianza en la Junta de Gobierno de la Policía Nacional, el órgano de gobierno del cuerpo policial, sino también en un sinfín de escalafones altos y medios, lo que les permitió controlar con mano de hierro la institución. En total, casi seis mil puestos fueron cubiertos por el sistema de libre designación.
Ahora, cumpliendo con las sentencias de los tribunales de justicia, la Policía reducirá de 5.841 a 2.601 los puestos de responsabilidad elegidos de esta manera, lo que supone un reducción del 55,47 por ciento. Esto significa que tan sólo el 3,16 por ciento de los puestos de trabajo del Cuerpo serán de libre designación.
En lo que al resto de plazas se refiere, hasta alcanzar esos 5.841 empleos, a 560 plazas habrá que optar a través de un concurso específico de méritos, mientras que para las otras 2.680 se celebrará un concurso general de méritos.
De este modo, se cumplen con las dos cuestiones que las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid obligaba a modificar, y que eran el sistema de provisión de cargos de libre designación y la diferenciación de puestos de trabajo por categorías también en la Escala Superior, como sucede en las escalas Ejecutiva y Básica.
En este último asunto, el cambio introducido por la Dirección General afecta a 524 puestos de los niveles 28 al 30 dentro de la Administración. Por escalas, la modificación afecta a 68 plazas de comisario principal; 180 plazas de la escala superior (ambas categorías); y 276 plazas de comisario.
Estos cambios fueron presentados este viernes por el propio director general de la Policía, quien dijo que con estas modificaciones "cumplimos la ley" y que la reducción del número de plazas de libre designación cumple con su pretensión de que sea la "antigüedad, los méritos y la capacidad" los que rijan la gestión de personal dentro de la Policía Nacional.
Cosidó aseguró también que este punto era un "compromiso político" del PP, que quiere de esta forma aplicar la "seguridad jurídica" en la Policía y acabar, también, con el "bloqueo" que suponía que hubiera muchos agentes en una situación de provisionalidad sobre sus destinos. "La libre designación no es ni buena ni mala, pero los tribunales han dicho que debe hacerse de manera excepcional y muy tasada", concluyó.