Con el presidente haciendo las Américas, Soraya Sáenz de Santamaría tomó el lunes por la noche las riendas del Ejecutivo, en una semana clave con muchos frentes abiertos. Por un lado, el Gobierno sigue articulando su plan de reformas, con reuniones muy importantes en las áreas de Educación y Sanidad que permitan ahorrar al menos 10.000 millones de euros. Por otro, se está elaborando un documento de respuesta a la ofensiva argentina, con consecuencias industriales, comerciales y energéticas. Y, para rematar, Moncloa sigue con preocupación la espiral que está tomando el caso del Rey, y busca posibles opciones para echar agua al incendio originado en torno a la Corona.
En todo ello está la vicepresidenta primera, en contacto permanente con Mariano Rajoy. De hecho, si algo destaca su entorno, es la "total normalidad" que se vive en Presidencia, sin omitir -eso sí- lo trascendental de la semana, que concluirá con un Consejo de Ministros con muchas decisiones que tomar. El objetivo de la también portavoz no es otro que, cuando Rajoy aterrice, todos los cabos estén ya atados.
Además del intenso trabajo de despacho, Sáenz de Santamaría se enfrenta a una intensa agenda pública, no exenta de fotografías reseñables. Este mismo martes, participó en el almuerzo que tuvo como protagonista al ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, respaldando así con su presencia todas sus advertencias. Ella misma, el pasado viernes, proclamó respecto a Argentina: "El Gobierno no se quedará parado".
De hecho, la vicepresidenta está muy implicada en este cometido desde el principio. De hecho, en el gabinete de urgencia celebrado el lunes por la tarde en Moncloa, fue una de las participantes, si bien la respuesta se la dejó a los titulares de Exteriores e Industria para no crear un nivel de alarma mayor.
Siguiendo con su agenda, el miércoles asiste a un acto del club internacional de la prensa con los Príncipes de Asturias, en una puesta en escena de apoyo a la Corona, en general, y al heredero, en particular. Con el Rey será el propio Rajoy quien mantenga un despacho el viernes, tras su gira por América Latina.
Sobre la respuesta del Ejecutivo al clima de hostilidad financiera, Sáenz de Santamaría también participará en dos reuniones clave. Por una parte, presidirá, como es habitual, la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios. En ella se perfilan los temas a tratar en la reunión de ministros del viernes, y en la que podría tener cabida la modificación de la ley para renovar RTVE, una vez constatado el bloqueo del PSOE. Además, el jueves -en sustitución de Rajoy-, también dirigirá la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, donde se hace un análisis pormenorizado de la situación y se avanzan nuevas medidas.
Mucha responsabilidad para una persona de la máxima confianza del presidente. Con un espíritu de trabajo incesante, constante, que llega a sorprender, aseguran quienes trabajan con ella. Admite un ministro que "nadie replica" a la vicepresidenta porque "siempre se prepara con sumo cuidado todos los asuntos". Esta semana es prueba de ello, teniendo que gestionar, y dirigir, a todos los jefes de las carteras del Gobierno. Su teléfono no para de sonar. Estos días no habrá nadie con más poder que ella en España.