Botsuana, el país del sur de Africa donde el Rey se rompió la cadera esta semana, es considerado un paraíso por los aficionados a la caza mayor y son varias las compañías que ofrecen safaris de lujo con licencia para cazar un elefante por unos 37.000 euros.
Bajo control del Gobierno, existe toda una industria del turismo dirigida exclusivamente a los aficionados a la caza, a quienes se ofrece la oportunidad de cazar elefantes, leopardos, jirafas y todo tipo de animales salvajes durante una estancia en campamentos de lujo situados en parques nacionales.
Una estancia de unos 12 días en uno de estos campamentos con licencia para abatir un elefante, el ejemplar más caro, sale por unos 37.000 euros, mientras que ir a la caza de un leopardo o un león sale por unos 36.000 euros y la del búfalo baja a 23.000 euros, según los precios consultados por Europa Press en varias de estas compañías.
La empresa de safaris Rann Safaris, que esta mañana tenía colgada en su web una foto del Rey posando junto a un elefante abatido, es algo más cara. Ofrece una viaje de 14 días para la caza de estos animales por 58.500 dólares, unos 45.000 euros al cambio actual. Este tipo de safaris se organiza en Botsuana y representa el más caro en la oferta de la empresa, que garantiza la vista de entre 20 y 30 elefantes al día durante la caza. Además, asegura que existen largas manadas de búfalos que hacen de la caza una experiencia "excitante", según consta en el folleto de promoción de la compañía. En la zona de caza también habitan leones, leopardos y jirafas, entre otros animales. Rann Safaris organiza safaris para la caza de leopardos a 46.085 dólares durante 14 días, alrededor de 35.000 euros. El viaje de diez días para disparar búfalos alcanza los 28.586 dólares, unos 21.800 euros.
Es el Gobierno de este país el que concede un número limitado de licencias al año por especie para que la caza de animales salvajes se lleve a cabo de forma controlada. Cuando el Ejecutivo detecta que el número de ejemplares de una determinada especie ha bajado demasiado prohíbe la caza. Es lo que ocurrió con el león en 2007.
El Rey Juan Carlos ha estado esta semana en Botsuana practicando la caza y alojándose en uno de estos campamentos de lujo, donde una noche se cayó de forma accidental y se rompió la cadera, lo que motivó su regreso a Madrid, donde esta pasada madrugada ha sido operado para reconstruirle esta articulación con una prótesis.
Aunque la caída fue la causa de su fractura en la cadera derecha, Don Juan Carlos sufre artrosis, como ha confirmado por primera vez el Palacio de la Zarzuela, por lo que su cadera, igual que su rodilla derecha de la que se operó en junio, ya se había sometido a un desgaste previo.