Varios dirigentes del PP del País Vasco se encontraron la semana pasada con una sorpresa en el buzón de su domicilio: una carta de ETA en la que se les "invita" a iniciar conversaciones secretas. Algunas, como a la que ha tenido acceso La Razón, están firmadas por Rufi Etxeberría. El llamamiento es claro: quieren alcanzar un "escenario definitivo de paz y soluciones democráticas".
Las misivas, aseguran que: "La evolución de la situación política en Euskal Herria necesita de espacios progresivos de diálogo entre las distintas fuerzas políticas", por ello, emplaza a los responsables populares a la negociación "discreta": "La Izquierda Abertzale, en sintonía a sus compromisos por un escenario definitivo de paz y soluciones democráticas, entiende imprescindible abordar un espacio de relaciones bilaterales con el Partido Popular Vasco en aras a avanzar en ese objetivo. Un ámbito de relaciones totalmente discreto y, por tanto, al margen de cualquier interés o utilización que coarte la confianza entre ambas partes. En espera de una disposición positiva a esta reflexión y planteamiento, atentamente", finaliza la carta.
Hasta el momento, la postura oficial del Partido Popular es la conocida: no negociará con el entorno proetarra, mientras no condenen a ETA, renuncien al terrorismo, asuman su culpa y respeten la Constitución.
"Nueva ofensiva contra el Estado"
Por otro lado, tal y como informa El Mundo, el entorno proetarra estaría preparando una "nueva ofensiva integral", una "confrontación democrática" contra el Estado, porque "no muestra ninguna voluntad política de resolver el conflicto". Así lo aseguran los dirigentes del entorno de ETA, que han escrito un documento llamado Línea Política del año 2012, donde explican las determinaciones que tomarán en el futuro inmediato, poniendo sobre la mesa sus "condiciones imprescindibles".
Así, sabemos que pretenden conmemorar el bombardeo de Guernica y del V Centenario de la conquista de Navarra, además de revitalizar Udalbitza. Por supuesto, el capítulo de exigencias es el más amplio: pretenden forzar a Rajoy a dar pasos "en la resolución" para que "el proceso" no "se desvirtúe" en una solución técnica. Mientras, alardea de la obediencia de PSOE y PNV a sus iniciativas.
Por supuesto, se confirma que ETA no planea abandonar las armas, al menos hasta que "militares y policías se vayan del País Vasco".