Rafael Contreras, el propietario del local de Lavapiés atacado por los piquetes liderados por el actor Willy Toledo cuenta a elmundo.es la violenta experiencia de que los representantes de los sindicatos destrozasen el local.
Según asegura, se disponía a cerrar las puertas cuando aparecieron e "intentaron romper las ventanas". Una vez dentro, "hicieron destrozos y empezaron a tirar a la gente" a lo largo de un período de tiempo de entre "15 y 20 minutos". Además, según relata, "cogieron el extintor y rociaron el local".
Nada podía calmarlos, explica Rafael, peruano de 35 años y propietario del bar La Colonia de San Lorenzo. Uno de ellos llevaba un trombón y otro un megáfono. Sobre la presencia de Willy Toledo en el bar, Rafael asegura que él "no le conocía, pero los clientes sí, y uno de ellos incluso le conocía específicamente". "Yo desconocía que ellos venían contra mi local", se lamenta.
A este respecto, algunos vecinos consultados por el diario comentaron que el motivo de tal ensañamiento podría deberse a que el local de Rafael está situado en un punto estratégico de las revueltas del 15-M y cercano a varias casas okupas y la sede de la publicación de izquierdas Diagonal. "Durante mucho tiempo fue un local de fumetas, un local cutre, pero ahora lo han reabierto más pijo y eso les fastidió".
Rafael, que trabaja también de obrero en la construcción, asegura que, de hecho, estaba de acuerdo con la huelga y así intentó contárselo a los piquetes, pero nada les detuvo. "Iba a cerrar, sólo que no me dejaron".