La oposición de izquierdas en el Congreso se ha alineado completamente con los sindicatos CCOO y UGT en su convocatoria de Huelga general. Tanto es así que casi han montado un piquete huelguista en el Congreso con un bombardeo de preguntas a los ministros del Gobierno sobre la reforma laboral, arengando a la huelga general, exhibiendo carteles, invitando a participar en el paro general de mañana y contraviniendo el propio reglamento del Congreso. No obstante, ni Soraya Sáenz de Santamaría ni Fátima Báñez se han amilanado y han rebatido los argumentos de la izquierda como auténticas apisonadoras.
Soraya, contra Soraya
Soraya Sáenz de Santamaría era la primera en defender la reforma laboral frente a los ataques del PSOE representado en la pregunta de su tocaya Soraya Rodríguez. La vicepresidenta del Gobierno criticaba al PSOE por pedir al Ejecutivo de Rajoy que cambie la reforma laboral cuando el exjefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no rectificó la suya tras la huelga que hicieron los sindicatos en 2010.
Para reforzar su argumento, Sáenz de Santamaría no ha dudado en tirar de hemeroteca para recordar que Zapatero afirmó ante el Pleno del Congreso que la reforma laboral se aprobaría tanto si había acuerdo como si no. La portavoz del Gobierno ha traído también a colación las palabras en su día de Alfredo Pérez Rubalcaba como vicepresidente del Gobierno, quien, según ha subrayado, dijo que la reforma laboral estaba aprobada y no se iba "a tocar".
Ante la beligerancia de los socialistas en defender la huelga general y atacar la reforma laboral, Santamaría recordaba a su tocaya que el PSOE lleva menos de cien días en la oposición y "tienen una gran responsabilidad" con los cinco millones de parados. "Si no les dieron una oportunidad en el Gobierno, al menos dejen trabajar a los que quieren hacerlo", ha proclamado.
El vídeo de la reforma
El polémico vídeo que el Gobierno tuvo que retirar defendiendo la reforma laboral también ha sido protagonista en la sesión de control de hoy. Soraya Rodríguez denunciaba que el Ministerio de Empleo ha elaborado un "vídeo ilegal y mentiroso" sobre la reforma laboral que ha sido retirado por la Junta Electoral Central (JEC) y le ha pedido que lo retire este mismo miércoles porque "es contrario a la publicidad institucional".
Finalmente, ha pedido al Gobierno que "cumpla con la legalidad" tanto este jueves, día de la huelga general, como el viernes, revocando el nombramiento "ilegal" del presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaria, para que esa designación se produzca de acuerdo a la legalidad. La vicepresidenta ha señalado que Romay Beccaria comparecerá en la Congreso".
Las pancartas de IU
El PSOE calentaba el ambiente con la huelga general como telón de fondo y los ataques a la reforma laboral en el guión. La siguiente en sufrir el bombardeo de preguntas fue la ministra de Empleo, Fátima Bañez.
Los diputados del grupo parlamentario de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) han aprovechado el Pleno de control al Gobierno para exhibir carteles llamando al paro contra la reforma laboral. Además, el parlamentario de IU Gaspar Llamazares ha entregado un folleto sobre la protesta al ministro de Economía, Luis de Guindos.
La exhibición de carteles la inauguró el coordinador general de IU, Cayo Lara, quien, precisamente tras interrogar a la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, sobre las consecuencias de la reforma laboral, la invitó a sumarse a la huelga general para poder "mirar a los ojos" a los trabajadores y explicarles los efectos que tendrá la ley aprobada por el Gobierno.
Mientras hacía esta invitación, Lara sostenía un cartel en el que se recogían fotos y frases de miembros del Gobierno y dirigentes del PP que él iba reproduciendo: "Yo no creo que haya que abaratar el despido" (Mariano Rajoy); "El problema económico de España no se soluciona con el abaratamiento del despido" (Cristóbal Montoro); "El paro aumentará en 630.000 personas en 2012" (Luis de Guindos); "En un año se pueden crear algo más de 300.000 empleos" (Dolores de Cospedal).
Después, una vez que terminó el debate entre Lara y Báñez, los diputados de IU, ICV y CHA se pusieron de pie y sacaron los carteles oficiales de la convocatoria del paro en los que se leía "29M Huelga General". La vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, les pidió que los retiraran recordándoles que está prohibido exhibir carteles en el hemiciclo y, al tercer aviso, lo hicieron.
Los panfletos de Llamazares
Antes del inicio de la sesión plenaria, Llamazares repartió varios planfletos sindicales sobre la convocatoria en los pasillos del Congreso, una información que fue rechazada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pero que sí aceptó el titular de Economía y Competitividad, Luis de Guindos.
"Yo siempre recojo toda la información que me dan. Eso es tener altura de miras", ha comentado después De Guindos cuando se le ha preguntado qué le había parecido la documentación que le había hecho llegar el diputado de IU.
Chamosa y los "esclavos del siglo XXI"
La diputada Isabel López i Chamosa comenzó acusando a la ministra Fátima Báñez de "hablar sólo de despidos, usted sólo sabe hablar de lo mal que lo hizo el partido socialista" y no de las acciones del Partido Popular. La reforma laboral, dijo, es un instrumento "pensado para convertir al empresario en amo y despedir barato a los trabajadores". Su pregunta era sobre los efectos de la reforma en la negociación colectiva.
La ministra de Trabajo contestó de forma concreta que su utilidad es "modernizar la negociación colectiva y acercarla al ámbito natural de la empresa". Báñez, sin embargo, no eludió contestar a las acusaciones de Chamosa, asegurando que "en esta crisis se ha despedido masivamente por la falta de flexibilidad, el 75 por ciento vía despido frente un 5 por ciento de ajuste". "Eso", dijo, "es lo que realmente nos diferencia de Europa. Usted que ha negociado mucho durante su vida también lo sabe".
Chamosa utilizó su segundo turno para sentenciar que "establecer la negociación colectiva a nivel de empresa significa la desprotección total" y un "conflicto permanente". "Ustedes –dijo- quieren que empresarios compitan a base de salarios bajos y malas condiciones de trabajo. Pretenden que el empleo, y las empresas deslocalizadas, vuelvan con estas condiciones. Negocien con los agentes sociales, no queremos ser esclavos del siglo XXI".
Báñez, desde la bancada popular, reiteró los "demoledores" datos que arroja el mercado de trabajo, y defendió la "modernización de la negociación colectiva" en base al real decreto 2001 del propio Gobierno socialista de Zapatero, que ya enunciaba esa "adaptación a las condiciones de la negociación". "Lo que ha hecho el Gobierno –dijo- ha sido propiciarlo, permitir la libertad en el convenio colectivo para que los trabajadores y los empresarios trabajen juntos para salir de la crisis". La conclusión, aseguró es que los socialistas "no quieren márgenes de libertad en la empresa para negociar".
La diputada Concepción Gutiérrez del Castillo se llevó lo suyo por calificar la reforma de "máquina de destrucción masiva de empleo", expresión, por cierto, robada a Llamazares, que ya la utilizó en otra sesión. La ministra le respondió que "usted solo habla de lo que sabe, de despedir. Eso es lo que han hecho ustedes en este país siempre que han gobernado. Despedir de forma masiva, una máquina de destrucción masiva de empleo son los gobierno socialistas".
La diputada Magdalena Valerio, del PSOE, arremetió contra los populares por un vídeo que calificó de "propaganda" de la reforma laboral, algo que enfureció especialmente a la ministra. "No le acepto esa sarta de mentiras y demagogia". Y acto seguido demostró con cifras el gasto publicitario del actual Gobierno, comparado con el anterior, así como la factura del propio vídeo al que se refería Valerio. Recordó que el Gobierno anterior dobló los gastos de publicidad institucional, "de tres a seis millones", y que el coste del vídeo del PP fue de 4.200 euros más IVA por la locución y el lenguaje de signos. "Es información, no celebración de éxitos electorales".