Las elecciones andaluzas han convertido uno de los tópicos más utilizados por los políticos en las noches electorales en una realidad. Y es que el manido "la mejor encuesta son las urnas" nunca había sido tan cierto como se ha comprobado tras el recuento del 25M en Andalucía.
Durante meses, todos los sondeos preelectorales situaban al Partido Popular y a su líder, Javier Arenas, como los grandes triunfadores de unas elecciones donde la única incógnita parecía ser por cuántos escaños superarían la barrera de la mayoría absoluta para dar un golpe de timón histórico en la región.
Un gran reflejo de ello fueron las encuestas publicadas durante esta última semana, donde los populares se acercaban a la barrera de los sesenta escaños. El País otorgaba 59 diputados al PP, ABC 58, La Razón 57, y El Mundo no daba escaños, pero sí una ventaja de casi 10 puntos de diferencia entre PP y PSOE. Sin mayoría absoluta asegurada, pero rozándola, con 54-55 escaños, fijaba las perspectivitas electorales populares la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Todos pronosticaban un serio desgaste de los socialistas, que no se vio reflejado en el voto que finalmente los ciudadanos depositaron en las urnas este domingo. Tampoco supieron acertar el éxito electoral cosechado por Izquierda Unida, a quienes todas las encuestas pronosticaban un aumento electoral pero no hasta doblar su representación, como finalmente ha sucedido.
En esta misma línea, también fallaron los sondeos a pie de urna. Y es que la propia encuesta de Ipsos para Canal Sur a la salida de los colegios electorales también pronosticaba que el PP rozaría la mayoría absoluta y que el ascenso de IU sería pequeño. Sí acertó en la horquilla de escaños que obtendría el PSOE.