El plan de inspección de las bajas médica sobre los funcionarios de la Comunidad de Madrid, da sus frutos. La iniciativa, impulsada por Esperanza Aguirre, ha logrado ahorrar 23,6 millones de euros el pasado año, en colaboración con el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Según anunció el vicepresidente del Gobierno madrileño, Ignacio González, los inspectores han logrado que 794 funcionarios que estaban enfermos, se reincorporaran al trabajo. Y sólo con una llamada. Los funcionarios pidieron el alta, sin hacer una inspección de la teórica enfermedad.
El primer año de este plan ya logró ahorrar 27 millones de euros, y los cálculos para este año son igualmente optimistas: según González, se ahorran más de 90.000 días. Se calcula que en la asistencia en primera fase ha logrado pasar de un 21,8% de bajas al año al 17,3% en 2011.