La 'vía Nanclares', iniciada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, experimenta un paso más gracias a la nueva iniciativa del Ministerio de Interior. Así, por primera vez se ha propuesto conceder la libertad condicional a uno de los etarras que habría manifestado su arrepentimiento.
Según informa El Mundo, este primer caso es el miembro del grupo Orbaiceta, Fernado de Luis Astarola, condenado a 100 años de cárcel por el asesinato de dos personas. Actualmente se encuentra en tercer grado, por lo que puede salir diariamente de prisión. De este modo, si consigue la libertad provisional no tendrá que dormir en el centro penitenciario.
La propuesta de libertad condicional proviene de la Junta de Tratamiento de Nanclares de Oca, la prisión laboratorio de Interior en la que se aglutinan los etarras que supuestamente habrían dejado la banda terrorista. Tras el visto bueno de Instituciones Penitenciarias el expediente llegó hace unos días a la Audiencia Nacional. Ahora la concesión de este nuevo régimen para el etarra depende del juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis de Castro.
Astarloa fue uno de los etarras afectados por la doctrina Parot. Fue detenido en Francia en 1987 y entregado a España. Acumuló condenas que sumaban 100 años por dos asesinatos y varios atentados. En enero de 2010, junto a otros cinco presos de Nanclares, Astarloa suscribió la carta en la que, aparentemente, hacía pública su desvinculación de la banda.
Esta es la primera vez -al margen de algún caso por motivos de salud- que Interior hace una propuesta de libertad condicional desde que en 2003 se centralizó en la Audiencia Nacional el control de los presos etarras. A diferencia de otros instrumentos empleados en la vía Nanclares, como el régimen de semilibertad, Instituciones Penitenciarias no tiene potestad para ejecutar inmediatamente su propuesta sin esperar la decisión del magistrado.
En este sentido, el juzgado ya habría pedido a la Oficina de Asistencia a las Víctimas del Terrorismo que localice a las víctimas de Astarloa para comunicarles la apertura del expediente de libertad condicional y citarlas para conocer su parecer. Sin embargo, su opinión no es vinculante.
El segundo caso podría ser el del etarra José María González Pérez de Nanclares. Hace un mes ya se le concedió el tercer grado e Instituciones Penitenciarias habría solicitado igualmente abrir su proceso de libertad provisional.