La última de las cinco fragatas F100 contratadas por el ministerio de Defensa, uno de los programas más destacados del proceso de modernización de la Armada, la F105 Cristóbal Colón, inició este lunes sus primeras pruebas en el mar, con el objetivo de poner a prueba su funcionalidad durante los próximos cinco días.
Exactamente, se analizará el correcto funcionamiento de la plataforma del buque, que incluye elementos de maniobra, propulsión y navegación: anclas, embarcaciones de salvamento, empujador de proa, generación de agua potable, turbinas de gas, motores propulsores, diesel generadores eléctricos, engranajes reductores, timones, aletas estabilizadoras, correderas, giroscópicas, radares y comunicaciones.
A esto, se unirán comprobaciones de funcionamiento del Sistema de Combate AEGIS y la integración con los diversos subsistemas nacionales en situación real de navegación: radares, comunicaciones, cañones, dirección de tiro, mando y control. Asimismo, se procederá a verificar el cumplimiento de los requisitos asignados en velocidad, maniobrabilidad y consumos.
Según informaciones facilitadas por Navantia, la empresa constructora, durante estas jornadas de prueba están a bordo de la F105 más de 250 personas, entre personal de la propia Navantia, la Armada española, empresas de la industria auxiliar y técnicos del equipamiento del buque. Además, hay personal de la Armada australiana, como parte del adiestramiento que proporciona la empresa constructora dentro del programa de destructores AWD, basado en las F100 españolas.
La F105 Cristóbal Colón será entregada este mismo verano, poco después de que en el mes de junio haga las pruebas de mar oficiales de la Armada española.