La corrupción que salpica, cual tela de araña, a toda la administración andaluza está llamada a convertirse en la puntilla para que el PSOE desaloje definitivamente el poder. Se podría decir que la Justicia está haciendo la campaña al PP retratando un panorama que deja más de 900 millones de euros públicos en manos que no debieran. Más de mil, según los cálculos populares.
Ante tal escándalo, que parece no tener fin, los dirigentes del PP que este sábado tomaron la palabra lo hicieron para reclamar responsabilidades al más alto nivel. "La responsabilidad civil se mide en los 933 millones de euros, la responsabilidad política alcanza a los dos presidentes de la Junta, que tienen que responder", sentenció Javier Arenas, en un acto en Almería.
El candidato del PP exclamó que son José Antonio Griñán y Manuel Chaves quienes "tienen que responder por qué se repartía en secreto dinero público sólo a los amigos del poder". Desde Sevilla, su alcalde, Juan Ignacio Zoido, le echaba un capote al pedir "que no le llamen el caso Guerrero, sino el caso del PSOE, Griñán y Chaves".
Incluso el presidente del Gobierno, poco dado a incluir otras referencias que no sean las económicas a sus discursos, hacía mención a la corrupción que parece imperar en la región para afirmar que "Andalucía no son solo los ERE y unos señores que salen hoy en las primeras páginas de los periódicos". Percha que utilizó, en compañía de Arenas, para asegurar que "el cambio político también es gestionar bien el dinero de todos, cuidar el dinero del contribuyente, respetar a los que pagan impuestos, que son todos".
Frente a ello, un compromiso: "Intentar recuperar todo el dinero que se ha robado en los ERE" y a destinarlo a un fondo social de emergencia "para las familias que no tienen ingresos". Es la promesa electoral por Arenas más repetida estos días, y que más aplausos recibe por parte de los militantes y simpatizantes, más de cuatro mil este sábado.
Cierre de la Oficina Andalucía en Madrid
Un panorama -el de los ERE- "poco gratificante", como tuvo a bien denominarlo Rajoy, que el PP responde con propuestas de gobierno. De hecho, si algo están caracterizando las intervenciones de Arenas es porque éstas incluyen todo tipo de medidas a emprender cuando se haga con las riendas de la Junta, como así siguen augurando encuestas internas.
En esta ocasión, hizo de la lucha contra el despilfarro el anuncio estrella: se compromete a cerrar la Oficina que la comunidad tiene en Madrid y que sólo el año pasado costó a las arcas autonómicas 800.000 euros. Sí que mantendrá la de Bruselas porque, argumentó, allí Andalucía tiene que dar una de sus principales batallas en defensa de políticas que ayuden al campo.