El ex director general de Trabajo de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Guerrero, declaró el pasado 26 de enero a la Guardia Civil que se produjo destrucción de documentos en el caso de los ERE fraudulentos con el objetivo de borrar cualquier tipo de huella.
Además, el diario ABC asegura que los investigadores cuentan con más detalles sobre esta supuesta destrucción de documentos. Sabrían cómo, cuándo y dónde se habría producido esta eliminación de papeles.
En este sentido, este hecho se habría producido el fin de semana del 19 y 20 de noviembre de 2011 en dependencias de la Consejería de Empleo en Sevilla. Esos días personal laboral de la Junta habría sido convocado para un trabajo extraordinario por parte de sus jefes. Se les pidió discreción y que no quedara ni rastro.
Algunos testigos e imputados ya habrían confirmado a la Guardia Civil estos hechos y que se les indicó que "recogieran vasos, botellas de agua y cualquier rastro de que hubiera habido gente en esas dependencias".
De este modo, algunos de los trabajadores preguntados por este asunto aseguran que "hay que tener en cuenta que peligra su empleo" aunque otros han aportado más datos como el caso de María José R.V., imputada por la juez Alaya. Ésta habría confirmado la maniobra de destrucción de documentos.