La vicepresidenta del Gobierno dejó claro, en el estreno de la nueva portavoz del Grupo Socialista -también llamada Soraya-, que lo suyo es el debate parlamentario. Tablas en el rifirrafe de la sesión de control al Gobierno que ya demostró contra María Teresa Fernández de la Vega o Alfredo Pérez Rubalcaba, a los que acorralaba todas las semanas con sus preguntas.
Así las cosas, se entiende que Soraya Sáenz de Santamaría noqueara a Rodríguez nada más escuchar su interpelación, relativa a las medidas que está tomando el Gobierno -cuestión que era un calco a la formulada por el hoy líder de la oposición-. "Andan ustedes poco sobrados de críticas a este Gobierno", se jactó, provocando la carcajada de los suyos. E, inmediatamente después, le recordó esa herencia envenenada que perseguirá durante mucho a los socialistas: "Podemos hablar de las medidas, que están a la altura de la gravedad de la situación que han dejado ustedes".
Rodríguez ya solo pudo tirar de argumentario contra el nuevo Ejecutivo: "Clara involución y marcha atrás", dijo, no sin acusar a Mariano Rajoy de "mentir" tanto a su electorado como a la ciudadanía en general. "¡Les pido que rectifiquen!", remató, recibiendo largo aplauso de la bancada socialista.
Pero, de nuevo, la vicepresidenta apenas necesitó unos segundos para rematar a su rival en las Cortes: "Mucha descalificación y poca argumentación. Poco sustantivo y mucho calificativo", aseveró, en referencia a la reforma laboral. No sé quedó ahí, y echando mano de la hemeroteca recordó algunas de las medidas emprendidas por el anterior gabinete -como las relativas a funcionarios y pensiones- para sentenciar que "el despido más barato es el que ha colocado a España" con más de cinco millones de personas que no encuentran empleo. "Esa es la situación en la que vivimos", concluyó.