Se quedó sin silla en el Consejo de Ministros, y ahora no hay nadie que no le augure un "puesto de responsabilidad" en el nuevo organigrama del Partido Popular. Esteban González Pons afronta "tranquilo" el congreso nacional, que se celebrará en Sevilla a partir del próximo viernes.
Según las fuentes consultadas, el diputado valenciano tiene prácticamente asegurado revalidar el puesto de vicesecretario de Comunicación, si bien podría añadir a éste otro tipo de cargo, como el de portavoz o coordinador. Sería una figura encargada de ayudar a María Dolores de Cospedal, que nadie duda que volverá a ser secretaria general.
La fórmula no es nueva. Francisco Álvarez Cascos ya la usó cuando fue llamado por José María Aznar para su gabinete. Él siguió siendo número dos del partido -sentándose a la derecha del líder, manteniendo el halo institucional-, pero se apoyó en Ángel Acebes, encargado de mantener engrasado el partido y dar la cara ante los medios.
Otras fuentes, en cambio, apuntan a que el organigrama que surja del cónclave sevillano será lo más reducido posible, por lo que finalmente la figura del coordinador no se recuperaría. Si tal extremo se produjese, González Pons tendría garantizada, en principio, una notoriedad “por encima” a la de un vicesecretario más.
Cospedal hizo llamar en los últimos días a González Pons a su despacho, si bien no ha trascendido de qué hablaron. La relación entre ambos es "muy buena"; de hecho, el vicesecretario suele bajar con ella a las ruedas de prensa de los lunes. Es una tradición que se ha repetido semana tras semana en la sede nacional de los populares. Sin embargo, también mantiene un cálido trato con Ana Mato, que con Javier Arenas conforman el que se podría denominar otro bando.
Sea como fuere, en el PP está muy extendida la teoría de que Mariano Rajoy "le debe mucho a Esteban", su portavoz para lo bueno y para lo malo en los últimos cuatro años. "Se ha partido la cara por el partido", sentenció un miembro del denominado aparato.