No pudo ser. Carmen Chacón no ha podido cumplir su sueño de convertirse en la primera mujer secretaria general del PSOE. Pero, ¿quién le metió en la cabeza a Chacón que tenía probabilidades de ser la primera lideresa del PSOE? Esta semana, un diario nacional daba la clave. "Le dijeron que Zapatero pensaba en ella para sucederle y ella se lo tomó al pie de la letra". Pues efectivamente, parece que así fue, porque Chacón tampoco tiene una gran trayectoria política. Básicamente su gran acierto ha sido ser amiga de Zapatero.
Chacón nunca perdonó a Rubalcaba la jugarreta que le hizo al impedirle que le disputase la candidatura a la presidencia del Gobierno y se la tenía guardada. Cuando Rubalcaba perdió las elecciones vio el cielo abierto. Ya no tenía legitimidad para impedirle que se presentara a liderar el PSOE.
Muchas veces se ha dicho de ella, incluso sus propios compañeros, que Chacón es un producto de marketing, un invento del laboratorio de su marido, el publicista Miguel Barroso. Que nunca ha demostrado tener una especial capacidad de liderazgo le diga lo que le diga su marido.
Lo que ha dejado claro durante la campaña con su transmutación de nacionalista catalana a andaluza de pura cepa es que desde luego lo que no tiene son firmes principios. Hoy ha vuelto a ser derrotada por Rubalcaba. Eso sí, esta vez limpiamente.