En su último discurso como secretario general del PSOE, en el que presentará el informe de la Comisión Ejecutiva Federal del partido, José Luis Rodríguez Zapatero ha apuntado que se agolpan "los recuerdos, las emociones y los afectos, sobre todos los afectos".
"El afecto que siento por vosotros es un afecto profundo, además de un profundo respeto a los compañeros, las compañeras y a mi partido", ha dicho el expresidente en unas palabras que sonaban a llamamiento a la unidad en un momento complicadísimo para el PSOE.
El expresidente ha continuado expresando su deseo de que no se anteponga "el sentimiento a la reflexión, porque necesitamos esa reflexión y ese debate.". "Hemos tenido momentos amables y momentos difíciles. Están en la memoria de todos. Si he procurado mantener la templanza ha sido porque he sentido un apoyo leal todos y cada uno de los días. Gracias, gracias y siempre gracias", ha dicho.
En su discurso, ha habido amplias menciones a la crisis y también un llamamiento a la necesidad, ha dicho, de que España "recupere ideales colectivos". "Hemos visto cómo se han ido deteriorando a la vez que éramos capaces de discutir por casi todo. Hemos llegado a discutir por Don Quijote de la Mancha", ha dicho.
En su opinión, esos "ideales colectivos" pueden tener como horizonte "la rica cultura española", "al lado de los creadores, de la cultura, de aquellos que más profundamente representa el ser y el sentir de ser español". "También en esto hemos tenido discusiones insólitas. A mí me han dado hasta en la ceja", ha dicho Zapatero haciendo un guiño a los artistas que le apoyaron en estos ocho años. "Espero que esto no pase más en la vida colectiva española. Que todos seamos capaces de defender a los creadores, a la cultura, y el profundo legado de nuestro país", ha dicho entre aplausos.
Tras la mención a los artistas, ha llegado la inevitable alusión a los recortes de mayo de 2010. Zapatero ha reiterado que las adoptó para que España no entrara en una situación de "colapso económico y financiero". Según ha dicho, lo hizo "poniendo los intereses de su país por encima de cualquier otro interés". El objetivo era, ha añadido, que España no tuviera "que pedir ayuda internacional. Luego hemos visto una serie de países que han estado en esa situación", ha dicho, atribuyéndose de nuevo haber evitado la quiebra de España.
"Se ha dicho que tardé en reconocer la crisis. Bien, es verdad", ha dicho Zapatero, que sin embargo ha añadido después: "Es verdad que se me ha exigido algo que casi nadie fue capaz de hacer, prever la crisis más dura desde la gran recesión". Tras esta afirmación, ha añadido que la crítica que "no puede asumir" esa la de que "trabajó con imprevisión". Según ha dicho, "trabajamos dando respuesta en cada momento a las circunstancias que se producían, volcando el máximo esfuerzo".
Sobre el resultado de las generales, ha reconocido que los ciudadanos "no respaldaron nuestra capacidad para combatir la crisis y decidieron que a lo mejor nuestro adversario podría afrontar este combate. Votaron cambiando el gobierno para intentar cambiar la realidad. Lo hemos asumido", ha dicho antes de añadir que ellos "asumen" sus propias responsabilidades" y no buscan, ha dicho, "culpables fuera".
En este punto, ha pedido a su partido que ofrezca "colaboración y sentido de Estado" al Gobierno del PP. Porque, a su juicio, "el PSOE no tiene como objetivo derrotar al PP, sino derrotar la crisis y ver cómo se crea empleo cuanto antes".
Su combate del "machismo"
Tras hablar de economía, Zapatero ha sacado pecho por algunas de sus medidas más polémicas. Se ha referido a Educación para la Ciudadanía para "lamentar profundamente que quienes ni siquiera se han aproximado a un texto hayan decidido, antes de evaluarlo", eliminar la materia. También ha aludido a la ley del matrimonio homosexual y a la reforma de la ley del aborto, con una nueva crítica al Ejecutivo: "Deberían tomarse un tiempo de reflexión sobre el efecto de esta ley y un tiempo de diálogo y búsqueda del consenso".
Pero de lo que más se ha jactado ha sido, según sus propias palabras, de la puesta en marcha de "una protección fuerte frente al machismo criminal" y de sus "políticas de igualdad". "La mayor discriminación que ha conocido el ser humano es la que ha sufrido la mitad de los seres humanos como consecuencia de la otra mitad", ha proclamado, presumiendo de su "combate sistemático contra el machismo".
Pide "el mismo apoyo" que él recibió
En el capítulo de agradecimientos, Zapatero ha querido hacer una mención especial "por lo que simboliza políticamente" y porque "puede ser útil para el tiempo que tenemos por delante". Aludía a José Bono, que ha recibido sus palabras desde la primera fila, donde escuchaba el discurso en compañía de Felipe González. "Disputé con él el liderazgo del partido. Para mí ha sido importante que se fraguara una amistad de la que me honro. Eso simboliza para mí este partido", ha dicho.
Otra mención especial, pero colectiva, se ha llevado el PSE. Ha sido el momento en el que Zapatero ha aludido a ETA para reivindicar la negociación política con los terroristas impulsada por él como presidente. "Como presidente, sabiendo que el objetivo de toda la sociedad española era ver el fin de ETA, he apoyado a todos los que han trabajado en esta tarea. A todos y de manera permanente. A todos los que han buscado la paz. Quizás lo podamos decir en voz baja. Pero tenemos que sentirnos satisfechos. Es muy probable que nunca más volvamos a tener una muerte a manos de ETA", ha dicho.
Al término de su discurso, Zapatero ha pedido una última cosa a su partido: "Que mañana le den el mismo apoyo que a mí me han dado" al nuevo líder del partido. "Yo lo tuve, muy amplio y generoso. Y fue decisivo para las victorias de 2004 y 2008. Sé que lo vais a hacer, sé que sois capaces de hacerlo", ha insistido el expresidente ante su partido, dividido y enfrentado en estas últimas horas antes de la decisión final.
"Al día siguiente, todos detrás de quien tenga el nuevo liderazgo. Todos detrás, todos democráticamente detrás", ha dicho Zapatero. En su opinión, "España necesita" un partido "unido y fuerte". "Aquí termina mi tiempo. Gracias, compañeros, aquí estoy con vosotros", ha concluido antes de recibir un largo aplauso de su partido. Él lo ha recibido, ya desde su asiento, entre lágrimas.