El laboratorio de ideas que preside José María Aznar concluye su particular reestructuración como consecuencia de la fuga de cargos a puestos de responsabilidad en el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Las últimas incorporaciones son las de Cayetana Álvarez de Toledo y el economista Miguel Marín, tras otras ya conocidas como la de Ignacio Astarloa y Javier Zarzalejos.
Concretamente, Álvarez de Toledo se encargará de dirigir el Área Internacional de la Fundación FAES, en sustitución de Alberto Carnero, actual director del gabinete del ministro de Asuntos Exteriores. Eso sí, Carnero no se desvincula del todo gracias a su designación como patrono, cargo que compartirá con varios miembros del gabinete presidencial.
Diputada del Partido Popular, Álvarez de Toledo se convirtió en azote de Gobierno socialista por sus firmes postulados en asuntos como la lucha contra ETA. De hecho, las víctimas del terrorismo siempre contaron con ella en sus convocatorias. De igual forma, sus informes sobre seguridad pusieron en apuros al por entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Vicepresidenta de la Comisión Mixta para la Unión Europea y vocal de las Comisiones de Justicia y Constitucional, la parlamentaria abre miras encargándose ahora del área de Internacional de FAES, uno de los puntales de la fundación del expresidente, ya que su importancia nadie la pone en duda, por ejemplo, en América Latina.
El segundo fichaje es el del Miguel Marín, que dirigirá el departamento de Economía y Políticas Públicas, una vez Fernando Navarrete fue elegido director general de Estrategia y adjunto a la Presidencia de Instituto de Crédito Oficial, ICO.
Con estos nombramientos, FAES da por completado su organigrama y se pone como meta seguir siendo clave para Rajoy, ahora en la Moncloa, entregándole informes en todas las materias relevantes. En los últimos cuatro años, sus papeles fueron clave en el Programa Electoral con el que el PP se presentó a las elecciones, y sus expertos se convirtieron en la mejor cantera para el Gobierno.