El pasado jueves Francisco Javier Guerrero, exdirector general de Empleo de la Junta, declaró ante la Guardia Civil y empezó a tirar de la manta sobre el escándalo de los ERE fraudulentos.
Según recoge ABC, Guerrero afirmó que la Junta habría destruido ya los papeles del fraude. Dijo tener "conocimiento por funcionarios que no quiere identificar de que se han destruido documentos (sic) a partir de que surgió el escándalo de los ERE fraudulentos de Mercasevilla".
El exdirector de Trabajo ha señalado al entonces consejero Gaspar Zarrías, mano derecha de Chaves, así como a José Antonio Viera y Antonio Fernández, como responsables de este sistema de ayudas irregulares. Además, añadió que nadie se opuso a los falsos expedientes durante nueve años.
Del mismo modo, Guerrero dijo a la Guardia Civil que la presidencia de la Junta sabía de la existencia de todo este escándalo. "Como la forma de adjudicación de las ayudas era un asunto que se trataba en el Consejo de Dirección de manera frecuente, también debía ser conocida en el Consejo de Gobierno de la Junta. Me extrañaría que no fuera así", declaró el ex alto cargo de la Junta.
De este modo, agregó que "algunas de las ayudas, por su entidad, eran despachadas personalmente con el consejero y el viceconsejero". Como ejemplos puso los casos de Delphi o Astilleros, entre otros.
Además, Francisco Javier Guerrero aseguró que este procedimiento era una "herramienta" del Consejo de Dirección. "Cuando llegué a la Dirección General, el consejero y el viceconsejero me indicaron en los Consejos de Dirección que (un convenio para tramitar las ayudas a través de los ERE fraudulentos) era la nueva herramienta de trabajo".