El ministro de Defensa, Pedro Morenés, se estrenó este jueves en la comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, donde compareció para avanzar las líneas generales de su política al frente del departamento esta legislatura, y donde insistió -ya lo había dicho en su toma de posesión y en la Pascua Militar- que su Ministerio pretende "contribuir" a la salida de la crisis con la aplicación de tres criterios de actuación: "austeridad para reducir los gastos, eficiencia para optimizar recursos y adaptabilidad para generar confianza".
Allí, adelantó que ha encargado al Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante Fernando García Sánchez, que inicie "un estudio sobre las necesidades de las Fuerzas Armadas en el horizonte de 2025", como "primera medida para poder orientar el escenario de financiación estable que se persigue". El documento, que se llamará "Visión Fuerzas Armadas 2025", definirá las "capacidades necesarias para acometer como nación, uno o varios planes de contingencia y asumir los compromisos derivados de la participación con la OTAN, la UE, la ONU y coaliciones 'ad hoc'".
"Se persigue que la relación entre capacidades y medios sea modulable, de forma que cada capacidad pueda ajustarse para el apoyo de diferentes planes de contingencia. Estos planes abordarán la defensa del territorio nacional, la defensa del espacio aéreo nacional, la seguridad marítima en los espacios de interés nacional, la evacuación de no-combatientes, el apoyo a la ayuda humanitaria, la contribución al esfuerzo de otras administraciones y la definición de capacidades", dijo .
Morenés revisará la estructura orgánica del Ministerio con el objetivo de "mejorar la eficacia", "evitar las redundancias" y "adecuar su dimensión a esta nueva situación", y avanzó que habrá una "redistribución de las tareas y responsabilidades" entre el Órgano Central y los Estados Mayores y la simplificación de procedimientos de trabajos, lo que supondrá simplificar también estructuras, distribuir funciones y ubicar los servicios comunes en la estructura de sus usuarios.
El ministró aseguró que la Defensa debe ser "una política de Estado que requiere de la contribución de todos", por lo que no dudará en buscar el mayor consenso político con el resto de partidos, y mostró su disposición a "hacer esfuerzos para explicar a los ciudadanos las misiones en el exterior". Unas misiones que, por cierto, se comprometió a revisar, aunque no especificó nada. "La Defensa es un bien público y un servicio público. Defensa es sociedad", aseguró, para destacar la paradoja de que "las Fuerzas Armadas sean las más valoradas y de las que primero se pide recortar presupuesto".
Posteriormente, en el turno de réplicas, si entró algo más en profundidad en la misión de Afganistán y, exactamente, en el debate terminológico sobre qué tipo de misión y en qué tipo de escenario se está trabajando. Según dijo, las tropas españolas están "en una misión de paz, pero en un escenario bélico, de guerra, en el que se producen combates. Y tanto se producen combates, que tenemos cuatro lápidas con 98 españoles que han dejado su vida en Afganistán". "Eufemismos no voy a tener ninguno", añadió.
En el ámbito del personal, dijo que no se reformará la Ley de Carrera Militar, que ha supuesto un importante problema interno en el Ministerio, con miles de recursos administrativos. Según dijo, la Subsecretaría de Defensa ya ha creado grupos de trabajo en el Ministerio con la participación de representantes de los ejércitos con la premisa de que "siempre será mejor resolver los problemas por la gestión que no por la implantación de nuevas normas".
El ministro avanzó que se reforzará la protección social y el apoyo al entorno familiar de los militares, prestando la mejor asistencia posible a los allegados de los fallecidos en acto de servicio, mediante el seguimiento individualizado de sus necesidades. Además, se facilitará la continuidad o la vinculación de los heridos y mutilados en acto de servicio que puedan ver comprometida su permanencia en el servicio activo en las Fuerzas Armadas. Para ello, "se busca una solución administrativa que les permita mantener su vinculación con las Fuerzas Armadas sin dañar los derechos adquiridos". "Mantener a nuestros heridos próximos a sus compañeros les proporcionará mayor reconocimiento y sustento a su vocación".
Asimismo, se contempla la concesión de la nacionalidad española a los soldados y marineros extranjeros que presten más de dos años de servicio en las Fuerzas Armadas, y se garantizará a soldados y marineros la posibilidad de promocionar a la escala de suboficiales y a la escala de oficiales tras la obtención de los niveles educativos requeridos para ello.
A preguntas de sus señorías, habló también de otros temas como el escudo antimisiles o el gasto presupuestario en Defensa. El ministró confirmó que para participar en el escudo antimisiles habrá que revisar el tratado de cooperación militar con Estados Unidos y señaló que "lo que es bueno para España es bueno para sus aliados y lo que es bueno para los aliados lo es para España".
Recordó que Rota será a partir de 2013 base naval del sistema de defensa antimisil y acogerá a cuatro buques y un total de 1.100 militares estadounidense, tras lo que explicó que actualmente hay "cuatro mesas de negociación" sobre los aspectos del acuerdo que afectan a implicaciones de tipo logístico, económico y de seguridad.
Morenés negó también que España tenga un "excesivo" gasto militar y ha añadido que, de hecho, es "realmente menor" si se tiene en cuenta la presencia de España en organizaciones y foros internacionales. Como ejemplo, ha asegurado que "el gasto militar de España es el veinticinco por ciento del de Francia".