Soraya Sáenz de Santamaría necesitó menos de una hora para poner encima de la mesa un amplísimo programa de acción que incluye varias normas, que serán llevadas en el primer trimestre a las Cortes, así como un capítulo especial dedicado a la austeridad y la transparencia con una primera remesa de medidas concretas.
A la espera de que Mariano Rajoy afronte su primera comparecencia en el Congreso desde su discurso de investidura, tras el Consejo Europeo del día treinta, la todopoderosa vicepresidenta llegó con los deberes bien aprendidos a la Comisión Constitucional. Lo hizo a petición propia, para informar de la gestión del Gobierno. Y la primera decisión, según afirmó, fue "reducir su estructura, la de la administración, antes incluso del primer Consejo de Ministros".
Así las cosas, el Gobierno ya ha ahorrado 4,4 millones de euros sólo en gastos de personal, al reducir un 20% sus altos cargos. La reducción fue del 40% en el caso de las direcciones nacionales de la Vicepresidencia, un 18% en el caso de las subdirecciones.
Sobre las empresas públicas, los consorcios y demás entes, Sáenz de Santamaría considera insostenible que haya más de 4.000, lo que deja "margen para una alta reducción". Anunció a la Cámara tres medidas inmediatas: recorte de organismos, fijación de criterios de homologación en las retribuciones de los directivos y reducción efectiva de los Consejos de Dirección.
La Administración Central ya está elaborando "un informe detallado" sobre la tela de araña que supone el sistema público. El objetivo: definir "sus objetivos, funciones y costes. Y su rentabilidad en términos económicos y sociales". Todo, antes del mes de marzo.
Las comunidades autónomas y los ayuntamientos también serán copartícipes, habida cuenta de que muchos de estos organismos a suprimir dependen de ellos. En este sentido, el Gobierno les reclamará, también para las próximas semanas, un informe para conseguir “la racionalización” necesaria. “Ya no caben más aplazamientos”, amenazó la portavoz del Ejecutivo.
Todo se hará, aseguró, "independientemente del color político", ya que "trabajamos desde el diálogo para concretar los objetivos de reducción". Incluso, afectará al gabinete del presidente. De hecho, se podría decir que se acabaron los viajes VIP de los ministros. Rajoy ya dio ejemplo en su viaje a Rabat, con una reducida delegación y viajando en un Falcon y no en el tradicional Airbus. Su equipo no será menos.
"Si tenemos que hacer un esfuerzo, los cargos públicos los primeros", anticipó Sáenz de Santamaría, advirtiendo a los suyos de que se acabaron los gastos que no están justificados así como los privilegios a la hora de coger un avión u hospedarse en un hotel. "Opciones de trabajo más eficientes", definió. En cuanto al cinturón de asesores y acompañantes que rodea a los titulares de las diferentes carteras, ordenó que se reduzca.
Y del Gobierno a los partidos políticos, que ya tienen en sus sedes un proyecto de ley para la reducción del 20% de su presupuesto mientras que las subvenciones quedarán congeladas -antes eran elevadas con respecto al IPC-. El ahorro inicial es de 30 millones de euros.
En el punto de los organismos reguladores, recordó que ya trabaja un equipo encargado de presentar, en un "breve plazo", un informe para su reforma integral. Además de paralizar el Consejo Audiovisual Estatal, se eliminará la Comisión Nacional del Juego, lo que supondrá un ahorro de once millones, según anunció Sáenz de Santamaría.