Más reformas y más profundas. Esperanza Aguirre volvió a abrir el debate interno y lo hizo en el escenario más propicio; en el transcurso del Comité Ejecutivo Nacional, al que pertenecen sus homólogos autonómicos, miembros del Gobierno y altos cargos. Una vez Mariano Rajoy hizo su exposición inicial, la presidenta de la Comunidad de Madrid pidió la palabra e hizo una breve pero contundente exposición.
No necesitó muchos minutos para poner sobre la mesa la idea de que hay que ir un paso más allá en ámbitos que hasta ahora eran tabú: el modelo educativo, las tasas judiciales y el gasto farmacéutico. Lo hizo con ejemplos concretos, llegando a ponerse como modelo en el último de los casos. “Pago lo mismo por mi medicina del cáncer”, expuso, que las rentas medias y bajas. Ya en su día mentó a la familia Botín para reiterarse en su posición, en el sentido de que es necesario liberar de gastos a las administraciones a través de una nueva regulación.
También pidió cambios en el marco educativo, en el que mentó los cursos de grado y posgrado, que sufragan las comunidades autónomas. En este sentido, Aguirre también echó mano de una explicación casera para recordar que hoy su administración tiene que pagar estos servicios a "los hijos" de sus colegas del Comité Ejecutivo, lo cual considera un abuso.
Por último, y en presencia de Alberto Ruiz Gallardón, también reclamó una reforma de las tasas judiciales; de hecho, destacó su entorno, se postuló a favor de devolver las competencias de Justicia al Gobierno central.
Tras su exposición, Rajoy le respondió con su calendario de reformas, e insistió en que habrá que seguir trabajando en ellas en fechas próximas. "Ampliándolas", según tradujeron las fuentes, si bien no concretó con respecto a lo planteado por Aguirre. Ahora bien, una vez se dio por concluida la reunión, ambos tuvieron un aparte en el que ahondaron en la cuestión.
Ya en rueda de prensa, la primera junto a Ana Botella, Aguirre insistió en que es necesario "poner coto" al gasto que tienen que hacer las comunidades en determinadas áreas. "No se habla", recalcó, sobre "la educación obligatoria y gratuita" o "sobre la sanidad universal y gratuita", pero sí sobre "el incremento del gasto farmacéutico" o "el colapso de los juzgados" porque tienen un efecto llamada sobre quien mantenga "algún tipo de desacuerdo".