Decenas de miles de personas se han manifestado este sábado en Bilbao, convocados por la plataforma Egin Dezagun Bidea, para reclamar "pasos a los gobiernos español y francés" y poner fin a una "política penitenciaria anclada en criterios de venganza y represión". Asimismo, han subrayado que pese a que las "llaves de las cárceles están en manos de los gobiernos", las del "cambio están en manos de los vascos".
Se trata de la primera manifestación a favor del acercamiento de presos que se produce después de que Batasuna haya vuelto a las instituciones con el nombre de Amaiur y a pesar de que ETA ni se ha disuelto, ni ha dejado las armas, ni ha pedido perdón a las víctimas.
La marcha ha partido sobre las cinco y media de la tarde después de que agentes de la Ertzaintza dieran a conocer a los convocantes los términos recogidos en el auto de la Audiencia Nacional. Encabezada por los familiares de presos de ETA y tras una pancarta en la que se podía leer "Ezkubide guztiekin, euskal presoak Euskal Herrira" (Los presos vascos a Euskal Herria, con todos sus derechos), en la cita han participado representantes de distintas formaciones políticas como Pello Urizar (EA), Oskar Matute (Alternatiba), Patxi Zabaleta (Aralar) o Maribi Ugarteburu.
También han estado presentes el diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano, diputados de Amaiur como Xabier Mikel Errekondo e Iñaki Antigüedad, así como los representantes de las formaciones catalanas ERC y SI, Joan Tardà y Toni Strubell, respectivamente. Además, han acudido a la marcha dirigentes sindicales como Ainhoa Etxaide (LAB) y Adolfo Muñoz (ELA).
La manifestación, que ha transcurrido entre gritos a favor de la independencia y de la libertad de los presos, ha llegado minutos antes de las 19.00 horas al Ayuntamiento de la capital vizcaína, donde la cantante de Gose, Inés Osinaga, y el representante de Egin Dezagun Bidea, Jon Garai, han leído, en euskera y castellano, un manifiesto en el que se ha abogado por reclamar "pasos a los gobiernos español y francés" y poner fin a una "política penitenciaria anclada en criterios de venganza y represión".
Tras señalar que ya no hay excusas y no caben demoras, han hecho un llamamiento a la responsabilidad y han lamentado que "nos acusan de mentir y manipular", pero "nuestras reivindicaciones son tan claras que sus propias bases y votantes también las comparten". Asimismo, han indicado que a partir de mañana la sociedad vasca no espera otro escenario que no sea aquel en el que desaparezcan las "crueles medidas de excepción que se aplican a los presos vascos", cerrando así una "etapa gris, para abrir la puerta a un nuevo tiempo que nos lleve a una situación de libertad y de derechos para todas y todos, a una situación de paz definitiva, sin presos ni exiliados".
Tras solicitar el fin de la dispersión y la libertad para aquellos presos que han cumplido tres cuartas partes de la condena o se encuentran gravemente enfermos, los convocantes han reconocido ser conscientes de que "las llaves de las cárceles están en manos de los gobiernos", pero del mismo modo, "las llaves del cambio están en manos de los vascos". En este sentido han señalado que, si se implica de modo activo la ciudadanía, se lograran cambios.