El nuevo director general de la Policía, Ignacio Cosidó, tomó posesión este martes de su cargo en el Complejo de Canillas, el corazón de la estructura que el Cuerpo Nacional de Policía tiene en la capital de España. Y allí, ante el ministro del Interior, el director general de la Guardia Civil y la Junta de Gobierno policial, no tardo en dejar claro dos de las premisas que regirán su mandato al frente de la institución: despolitización de la cúpula y austeridad económica.
"La Policía es una institución al servicio de todos los ciudadanos y jamás debe ser instrumentalizada al servicio de ningún otro interés que no sea el interés general. Los policías saben hacer su trabajo y deben hacerlo sin interferencias políticas de ningún tipo. Todo nuestra política de personal: ascensos, destinos, condecoraciones, estará presidida por criterios objetivos de mérito, capacidad y antigüedad. Mi intención es además que esos criterios queden fijados en un nuevo estatuto de personal sobre el que nos pondremos a trabajar de inmediato", afirmó.
De este modo anunció que cambiará radicalmente la política que se han venido manteniendo durante los últimos ocho años de Gobierno, y en el que los nombramientos en la cúpula no han sido por criterios profesionales, sino por su fidelidad y sintonía con los anteriores ministros del Interior socialistas, especialmente, con Alfredo Pérez Rubalcaba. Incluso, algunas sentencias judiciales llegaron a decir que se estaba abusando de los nombramientos a dedo.
Junto a esto, el nuevo responsable de la Policía incidió en la austeridad económica: "Todos somos conscientes de que vamos a vivir tiempos difíciles. La dramática crisis económica que vive España nos va a obligar a un enorme esfuerzo de austeridad, de ahorro y de eficiencia en la gestión", dijo.
"Estoy convencido de que la Policía va a ser un ejemplo de cómo se puede afrontar este reto. Pero tengan también la convicción de que la seguridad es un bien público esencial para nuestra Nación, que así lo entiende el Gobierno y que en ningún caso la eficacia del servicio se puede ver mermada por insuficiencia de recursos", añadió.
Al igual que ya habían hecho tanto el ministro, Jorge Fernández Díaz, durante su toma de posesión, o horas antes el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, durante la suya, las víctimas del terrorismo tuvieron una importante presencia en la primera alocución de Cosidó, quien quiso recordar de forma especial "a los que cayeron defendiendo nuestra democracia y nuestra libertad asesinados por los terroristas", tras lo que agradeció la presencia en el acto de la familia del Inspector-Jefe Eduardo Pueyes, último policía nacional asesinado por ETA.
Por último, el nuevo director general de la Policía hizo un guiño a todos los estamentos policiales para colaborar en pos del bien común: "Las puertas de mi despacho estarán siempre abiertas. Creo firmemente en el diálogo y tengo la esperanza de que a pesar de las discrepancias que a veces resultan inevitables podemos mantener una interlocución y una colaboración con todos los sindicatos policiales al servicio de un interés común, que es el Cuerpo Nacional de Policía y la seguridad de los ciudadanos".