Reunión “de urgencia” en Ferraz donde a las 9:30 de la mañana del último día del año reunía el candidato socialista a las pasadas elecciones generales y a la Secretaría General del PSOE a su equipo económico para fijar posición respecto al “mayor ajuste que se conoce en la historia de la Economía española”. En una desértica rueda de prensa, Alfredo Pérez Rubalcaba comparecía de “forma excepcional” para oponerse a unas medidas “muy graves” que, a su juicio, “nos conducen a una grave recesión y a la destrucción de empleo”.
Sobre la polémica desviación del déficit público del 6 al 8%, que según el Gobierno ocultó el Ejecutivo de Zapatero, Rubalcaba lo ha calificado como “una milonga”, con la que "nos intentan colar gato por liebre". Y ha acusado al gobierno popular de mentir, "no ha dicho la verdad" al atribuir el crecimiento del déficit a un "ajuste que tenía que hacer de todas formas". “Ninguna de las cuentas casan”, decía en referencia a que el Gobierno ajusta el gasto en el estado pero reconoce que la desviación compete a las comunidades autónomas.
Por ello, ha concluído que “el famoso plan del que hablaba el señor Rajoy no existe, sólo había uno llegar a La Moncloa”, pues sus medidas son “improvisadas” y centradas en la subida de impuestos que “todos sabíamos que había que hacer”. En este sentido ha desgranado cada una de las iniciativas aprobadas ayer por el Consejo de Ministros. La subida del IBI, una “ocurrencia”; la supresión de la renta básica de emancipación y la congelación del Salario Mínimo Interprofesional, “un ataque a los jóvenes que son los que tienen sueldos más bajos”; la reducción del fondo de compensación interterritorial, “poco razonable”. En resumen, que el "coste del ajuste" se ha hecho recaer "sobre las clases medias, las clases medias bajas, los jóvenes y los pensionistas".
Tras considerar que el primer paquete económico de Rajoy “conduce a la recesión y deprimirá más el consumo y destruirá empleo”, Rubalcaba ha anunciado que el PSOE votará en contra del decreto ley de medidas urgentes el próximo día 11 de enero en su convalidación en el Congreso de los Diputados. Y ha pedido la comparecencia de Rajoy en la cámara "para explicar este ajuste" y de dónde sale esa desviación del déficit porque “ellos sabrán de dónde salen las cuentas”, decía Rubalcaba.
La tesis de Rubalcaba
Rubalcaba ha parafraseado a Soraya Sáenz de Santamaría al decir que esto sólo es “el inicio del inicio", y ha augurado que Mariano Rajoy acabará aprobando una subida del Impuesto del Valor Añadido, en línea con lo aprobado por otros países europeos.
También ha tratado de defenderse de las acusaciones al propio gobierno del que él formó parte hasta hace poco: "Están tratando de echar la culpa a los de atrás, pero los de atrás tienen", ha dicho como si él no hubiese sido vicepresidente, "la culpa del déficit del estado, no del de las CCAA que gobierna el PP".
Tampoco ha recordado, por supuesto, que en muchas de las comunidades que actualmente gobierna el PP estaban hasta mayo en manos socialistas y, en no pocos casos (Castilla-La Mancha, Asturias, Cataluña...) han dejado las arcas más que vacías.
Subida de impuestos sí, pero no así
Aunque Rubalcaba se ha mostrado de acuerdo en que es necesaria una subida de impuestos, pero que "hay que hacerlo con justicia". Según el líder el PSOE para esto y para cumplir con los compromisos de consolidación fiscal sería suficiente con la subida de los impuestos a las grandes fortunas y las grandes corporaciones.
Rubalcaba además ha asegurado que la subida del IRPF "no es económicamente razonable porque va a deprimir el consumo", pero además ha considerado que "tampoco es justo", porque recae sobre todo en las clases medias.
Tampoco ve clara la subida del IBI, aunque para explicar esto se ha visto en serias dificultades con una extraña parábola sobre Majadahonda, la localidad de Madrid en la que reside, y Solares, el pueblo de Cantabria en el que nació.