El PSOE echa humo. No el que indica el punto de ebullición de agua sino el que queda en el campo de batalla tras ser declarado el 'abran fuego'. Y no ha hecho más que empezar. La presentación del manifiesto Mucho PSOE por hacer, a modo de plataforma pro Chacón, centra el grueso de los comentarios en el mentideros políticos del PSOE. "¡Es que no han tardado ni un día, joder!". El malestar porque dos ministros en funciones del Gobierno de Zapatero firmasen un documento muy crítico con su gestión se hacía patente en Ferraz, twitter y la entrada de alguna comida en Madrid donde Elena Valenciano, la directora de campaña del candidato a La Moncloa, lo califica de "injusto a inapropiado".
Coinciden muchos en que las prisas de Carmen Chacón por adelantarse a las maniobras de su ya eterno rival, Alfredo Pérez Rubalcaba, van a pasarle factura. El manifiesto, presentado ayer en un céntrico hotel de Madrid, no ha hecho más que precipitar los movimientos de la ya abierta guerra socialista. Según adelantan fuentes socialistas en exclusiva a Libertad Digital, Rubalcaba se dispone a presentar candidatura al 38º Congreso la semana que viene, casi con toda seguridad, el lunes. No descartan en su equipo que la convulsión interna le lleve a aplazar el anuncio, pues la indecisión se ha apoderado de ‘Alfredo’ desde su debacle en las urnas. Pero ésta es, a día de hoy, la intención de Rubalcaba.
Desde el 20-N Rubalcaba ha sondeado a dirigentes y barones socialistas, cambiado de opinión sobre la conveniencia de hacer oficial su candidatura o, incluso, barajado no presentarse a la Secretaría General. Ahora es consciente de que "la cosa se mueve y sus apoyos también". Un ‘ahora o nunca’ al que le mueven sus posibles aliados: "si estás dudando, los tuyos se mosquean". Hasta ahora, lo único decidido es que, de hacerlo, sería después de la investidura de Mariano Rajoy. La semana que viene, en plenas vacaciones navideñas, parece un buen momento para hacerse con el titular evitando la sufrida expectación mediática. No en vano, él mismo les decía el martes a los periodistas del Congreso: "Si no les veo, que les veré, Feliz Navidad". Frase llamativa después de otra: "Es la oposición que pretendemos mantener toda la legislatura".
Operación Chacón
En el Comité Federal en Ferraz posterior a las elecciones del 20-N un barón territorial explicaba a este diario: "Al que va un metro por delante del pelotón portando la bandera se le llama el abanderado. Si vas 50 metros por delante, eres el loco de la bandera". Algo así parece haberle ocurrido a Carmen Chacón, cuyos precipitados movimientos podrían provocar, según dirigentes del PSOE, un "doble efecto". De puertas para afuera, la simpatía de la militancia ansiosa de renovación. Pero hacia adentro, la sensación de "absoluta deslealtad" con Zapatero, para quien fue su niña hasta hace bien poco y con quien nunca discrepó en las ejecutivas del partido. La clave: "una ambición desmedida", no tanto suya sino de su marido, Miguel Barroso, que "se le puede volver en contra".
A pesar de los intentos del manifiesto por decir que "no se habla de nombres", la página web que lo acoge www.muchopsoeporhacer.com estaba lista hace semanas para ser publicada tras el debate de investidura en las Cortes. Como código fuente, las palabras clave para los buscadores en Internet, sólo aparecía el nombre de uno de sus miembros: Chacón. Ayer, fue eliminado.
Se sabe además que el redactor del grueso del documento es José Andrés Torres Mora, ex jefe de gabinete de Zapatero en su etapa de oposición, a quien no se llevó a Moncloa, e ideólogo de la campaña de Tomás Gómez, alias Invictus, quien no dudó a apoyar a Carmen Chacón y ayer se dejó ver con los firmantes aunque no firmó.
La traición de Narbona
Lo que sí duele en el corazón de Rubalcaba es el puñal de Cristina Carbona, la redactora de su ponencia política, miembro de su equipo y número 4 de las listas por Madrid que ayer se erigía incluso en portavoz de los firmantes del manifiesto ofreciendo una rueda de prensa. "Es el nombre que más daño ha hecho", dicen fuentes socialistas que recuerdan que era alguien "marginado en el partido" desde su etapa en el ministerio de Medio Ambiente y fue Rubalcaba quien, a través de Elena Valenciano, "la rescató porque es muy válida". Tras el recuperado protagonismo, Narbona ejecuta ahora una traición "un poquito dura", cuentan los socialistas, porque "ésta sí que duele".