Con casi treinta años de actividad política a sus espaldas, Ana Mato es una mujer de partido, de las que ha trabajado durante años tras las luces y los focos de los primeros espadas. Fruto de ese trabajo ha ido creciendo dentro del organigrama del PP, hasta entrar en el Comité Ejecutivo Nacional tras el congreso popular de 2008, y convertirse en una de las dirigentes más cercanas a Mariano Rajoy.
Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología, sus primeras responsabilidades políticas le llegaron de la mano del ex presidente José María Aznar, de cuyo gabinete formó parte cuando éste era todavía líder del PP de Castilla y León y no había llegado todavía a la presidencia de la Junta. Con el desembarco de Aznar en Madrid, Mato se quedó en primera instancia en Valladolid, asesorando a su sucesor, Juan José Lucas.
En 1991 regresó a la capital, y en las siguientes elecciones generales obtuvo un escaño en el Congreso de los Diputados. En 1996, Aznar la designó como miembro de la Ejecutiva Nacional del partido, desde donde trabajo intensamente para que el ex presidente llegase a La Moncloa. La Cámara Baja fue uno de sus lugares de trabajo principales durante las dos legislaturas de Aznar, que compatibilizó con puestos de responsabilidad orgánicos dentro del PP.
Tras la derrota de los populares en 2004, Mato fue candidata a las elecciones europeas, saliendo elegida como eurodiputada. En 2008, Rajoy la recuperó para las elecciones generales de ese año y, desde entonces, ha formado parte de su equipo de colaboradores más cercanos.
Su nombre apareció en el escándalo de la trama Gürtel, por los supuestos favores que el empresario Francisco Correa habría prestado a su ex marido, Jesús Sepulveda, cuando éste era alcalde de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Su propio ex marido desmintió que Mato tuviese relación alguna con la trama.