Tras una ovación de dos minutos largos por parte de su bancada, el líder interino de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dedicado sus primeras palabras a Mariano Rajoy: “Lo primero que quiero hacer es felicitarle. Ha ganado usted holgadamente las elecciones y por lo tanto le corresponde formar Gobierno". En segundo lugar, ha querido destacar la participación "elevadísima" y se ha comprometido "como nunca" a que el poder de la cámara este por encima "de cualquier otro poder".
Y en tercer lugar, a lo suyo, ha reconocido el "muy mal resultado del PSOE" pero ha advertido de que "sigue siendo la alternativa progresista de Gobierno en España". Y ha destacado que la forma de hacer política de los socialistas ha sido la de anteponer los intereses generales a los de su partido".
Rubalcaba ha anunciado que el grupo socialista va a votar "que no a su investidura como presidente del Gobierno porque estamos en desacuerdo con las cosas que ha dicho aquí y también con las que creemos que va a hacer pero no ha dicho aquí". Sin embargo ha prometido que tendrán un “espíritu positivo” y una “oposición responsable” porque “creemos que es lo que los ciudadanos quieren de esta cámara”.
Así, le ha tendido la mano en las reformas pendientes de educación y energía e incluso le ha propuestos tres pactos de estado: sanidad, política exterior y política europea, donde incluso le ha ofrecido “sinceramente” un pacto conjunto para llevar a Bruselas. “"Usted y yo lo pactamos aquí y usted lo defiende allí". En política antiterrorista, también le ha ofrecido “la lealtad del PSOE. De mi boca oirá pocas cosas en este tema, todas en torno a la paz, la justicia y la memoria. Porque los socialistas no vamos a consentir nunca que los que escriban la historia sean los verdugos”.
Las buenas palabras se han acabado al hablar de los recortes en sanidad y educación donde Rubalcaba ha prometido y advertido de una oposición “beligerante y firme” si Rajoy opta por recortar en “las líneas rojas para el PSOE”.
En definitiva, un tono “constructivo”, según ha reconocido el propio Rubalcaba, que ha prometido que al PSOE “nos van a encontrar más proponiendo que descalificando, escuchando que defendiendo siempre el estado de Bienestar. Nos va a usted a encontrar defendiendo firmemente una salida justa de la crisis que es una política que le pide más a quien más tiene”. Rubalcaba justificaba su actitud en que “la experiencia histórica nos dice que salimos más deprisa de estas crisis cuanto más juntos estamos. Por eso le he querido dar un tono constructivo a mi discurso”.
La anécdota de su discurso ha llegado cuando el líder del PSOE se excedía unos minutos en su intervención, provocando los murmullos de la bancada del PP. Rubalcaba se defendía: “El señor Rajoy utilizó 50 minutos en su primer debate de investidura. Lo he medido y lo he medido porque no me fiaba de ustedes”, le decía a la bancada del PP donde rápidamente se multiplicaban las quejas.
Concreciones: el IVA y la jubilación
La debacle electoral del PSOE le ha llevado a Rubalcaba a no sacar la artillería pesada en este debate de investidura, aunque no ha escatimado en referencias a las “inconcreciones” de quien será investido mañana porque “cuenta las cosas buenas y esconde las malas”. El interviniente del PSOE no ha dejado de apremiar a Rajoy en dos asuntos que han centrado los principales rifirrafes políticos y en los que el candidato del PSOE ha conseguido respuesta. En el primer asunto, Rubalcaba exigió al futuro presidente del Gobierno que aclare si subirá este impuesto, tal y como recomiendan las instituciones europeas, a lo que Rajoy respondió “mi intención es no subir los impuestos” pues “no es lo más razonable” para los ciudadanos y las empresas.
En cuanto a la edad de jubilación, Rajoy ha acabado cediendo a las preguntas reiteradas de su oponente de la bancada contraria y ha anunciado: “No voy a cambiar la ley porque es una de las obligaciones como gobernante responsable asumir los compromisos que ha asumido fuera este Gobierno y en el programa de estabilidad del Reino de España está este compromiso”.