Mariano Rajoy afronta este lunes su primer debate de investidura como candidato a la presidencia del Gobierno. Ya participó en 2004 y 2008, pero entonces tuvo que darle la réplica a José Luis Rodríguez Zapatero.
La holgada mayoría absoluta le garantiza una plácida investidura, desde el punto de vista de la aritmética parlamentaria, pero la coyuntura en la que llega el Gobierno es cualquier cosa menos plácida. La perentoria necesidad de afrontar las reformas estructurales, que el Gobierno Zapatero fue incapaz de llevar a cabo, en sus primeros días como presidente del Gobierno, marcará el destino de Rajoy al frente del Ejecutivo.
Rajoy no quiere dar pasos en falso y no detallará sus principales medidas económicas hasta conocer el estado de las cuentas, explican en Génova. Por eso no lo hará este lunes durante su intervención en el debate de investidura. La explicación está dirigida a las medidas de reducción del déficit, para lo que se deberá anunciar un fuerte recorte del gasto público. Sin embargo, la reforma laboral, que es la otra medida urgente que se espera que tome Rajoy, no está condicionada por el estado de las cuentas y el líder del PP sí podría desbrozar en qué consistirá durante la sesión de investidura.
La otra gran incógnita, el Gobierno, tampoco la despejará en su discurso de mañana. Sólo en lo relativo al número, porque Rajoy ya ha avanzado que en su discurso de investidura explicará la estructura de su nuevo Gobierno.
No será hasta el miércoles cuando, tras ser investido presidente y tomar posesión, Rajoy llegué al Palacio de la Moncloa y anuncie los nombres de los ministros. En el PP sólo se da por seguro el enorme peso que tendrá Soraya Sáenz de Santamaría en ese gabinete.
Mañana sí se sabrá qué ministerios va a unificar, si va a tener o no algún vicepresidente, si va a desgajar Hacienda de Economía o si Agricultura tendrá alguna otra competencia. Lo que dan por seguro fuentes del PP consultadas por Efe es que el número de ministerios será menor que el del Gobierno actual de José Luis Rodríguez Zapatero, que ha estado compuesto por dieciséis miembros.
Una decisión que puede reducir gastos, pero que las fuentes subrayan que tiene principalmente un carácter simbólico. Si existe una vicepresidencia política, todas las miradas en el PP se dirigen hacia Sáenz de Santamaría, a la que Rajoy ha querido dar desde el principio un peso específico encargándole que encabezara el equipo del Partido Popular para el traspaso de poderes.
Ligado o no a esa hipotética vicepresidencia, puede asumir también las competencias de presidencia, las de política territorial o las de portavoz del Ejecutivo.
Una de las principales "estrellas" del nuevo Gabinete será su titular de Economía, con la incógnita de si Rajoy mantendrá Hacienda en ese departamento o hará uno nuevo.
Si se desgajara, el principal candidato para Hacienda, según las fuentes consultadas por Efe, sería Cristóbal Montoro, mientras que para Economía uno de los nombres que más barajan es el de Luis de Guindos.
Economía podría incluir también Trabajo, aunque esta posibilidad que comentan algunos dirigentes populares sólo se conocerá mañana cuando Rajoy anuncie la estructura de su Gobierno.
José Manuel González Páramo, Manuel Pizarro, Jaime Caruana o Josep Piqué siguen en las "quinielas" para ese puesto y, aunque muchos dan ya por descartado al presidente de Bankia, Rodrigo Rato, otros miembros del PP aseguran que no puede olvidarse esa posibilidad.
Hay un convencimiento generalizado en este partido de que Rajoy sorprenderá con algún nombramiento y recuerdan que, aunque Jesús Posada había sido citado para un posible cargo de responsabilidad en el PP, su designación como presidente del Gobierno cogió por sorpresa a muchos.
Quien se daba por hecho que lo iba a ser, como Jorge Fernández, puede tener alguna cartera ministerial, un encargo que la mayoría de las fuentes consultadas por Efe creen que recibirán Alberto Ruiz Gallardón y Ana Pastor.
Miguel Arias Cañete, Esteban González Pons, Ana Mato, José Manuel Soria, Elvira Rodríguez, Federico Trillo, Ramón Luis Valcárcel, Pedro Sanz y José Manuel García Margallo son nombres citados también por diversos dirigentes del PP.