Iñaki Urdangarín y su socio Diego Torres utilizaron la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social de ayuda a niños discapacitados y enfermos y que estaba controlada por ellos para evadir fondos recaudados por procedimientos presuntamente ilegales a paraísos fiscales como Belice.
Según informa El Mundo, esta fundación es propietaria al 99 por ciento de la empresa De Goes for Stakeholder, utilizada por esta supuesta trama tanto para engañar al fisco como para enviar fondos a Belice. El 1% restante pertenece a Mario Sorribas, apoderado de la sociedad Aizóon.
Esta fundación estaba destinada a la ayuda de niños marginados, discapacitados y enfermos de cáncer y en sus estatutos decía que "queremos realizar una contribución a la mejora de la sociedad (...) mostrando cómo la cultura y el deporte pueden ser magníficos instrumentos para lograr la integración social de colectivos desfavorecidos".
El duque de Palma montó De Goes Center for Stakeholder Management en marzo de 2006 y radicaron su sede tanto en Cataluña como en Reino Unido. Ésta tenía su matriz establecida en Belice bajo la denominación de Blossom Hill Assets Inc. Poco después inscribieron el 99 por ciento de las participaciones de su filial española a esta nueva entidad sin ánimo de lucro, constituida después de que Urdangarín tuviera que dejar Nóos.
En este sentido, las sociedades De Goes Center española y británica estaban interconectadas entre si y realizaban operaciones cruzadas. Según los colaboradores del marido de la infanta, este entramados de sociedades fue urdido con vistas a los contratos millonarios firmados con la Comunidad Valenciana y Baleares.
Hasta 650.000 euros se llegaron a introducir en este sistema desde las arcas de Nóos y cuyo pago a De Goes venían en forma de "asesorías" ficticias y que procedían de contratos con el Gobierno balear y valenciano.