Los reclusos de ETA han anunciado que pedirán su traslado a cárceles vascas porque consideran que su "agrupamiento" es necesario para poder hacer su "aportación activa y positiva" al "proceso político" en el País Vasco.
El supuesto "cese definitivo" del terrorismo etarra sigue abriendo las puertas de los chantajes terroristas. Esta vez, uno de los pilares de las reivindicaciones históricas de la banda terrorista, el de los asesinos en prisión.
Los reclusos etarras han difundido un comunicado, que publica el diario Gara, en el que anuncia que "cada uno" solicitará en los próximos días su traslado a prisiones del País Vasco y Navarra.
Sin arrepentirse y presentándose como víctimas, los etarras encarcelados mantienen en dicho comunicado su retórica habitual y no se mueven un ápice del guión al que nos tienen acostumbrados. Exigen que se les trate como presos políticos, pese a que muchos de ellos son asesinos con delitos de sangre. Afirman que son "una consecuencia directa e innegable del conflicto político, al igual que de la resolución". Ceder a estas peticiones significaría ceder al chantaje etarra.
Dicen que "en el nuevo tiempo", deben estar "agrupados en Euskal Herria" para poder hacer su "aportación activa y positiva" al "proceso político" y para poder desarrollar su debate, sus relaciones y sus acciones en "condiciones políticas adecuadas". Los presos de ETA anuncian que han puesto en marcha un proceso de debate interno que marcará el "rumbo" de este colectivo, que, según reivindica, "tiene algo que decir en el camino de la resolución democrática".
El debate parte de la "estrategia del movimiento de liberación nacional y de la situación política" y su fin consiste en "concretar y actualizar" la dirección política de este colectivo "en el camino hacia la amnistía y la autodeterminación".
En su opinión, a los estados español y francés no les corresponde otra cosa que responder de un "modo positivo" a esta demanda, "sin demora" porque tienen ante sí "a todo un pueblo", incluidos sectores que hasta hoy "han aceptado, apoyado e impulsado la crueldad y la violencia de la política penitenciaria". "Es hora de adoptar decisiones valientes, profundas y democráticas. La hoja de ruta de la solución lo exige", añaden los reclusos etarras.
Por supuesto, no sólo piden el acercamiento de los presos etarras, sino que también exigen la puesta en libertad de los reclusos enfermos, de los que han cumplido los plazos para acceder a la libertad condicional y de los que se encuentran aún encarcelados en virtud de la llamada "doctrina Parot".
Los reclusos llaman además a la comunidad internacional a implicarse en el problema vasco y a promover que se produzcan pasos "decisivos e irreversibles" y a los ciudadanos a que participen en las movilizaciones previstas para el próximo mes de enero en Bilbao.