El presidente del Congreso se desmarcó de forma sorprendente del discurso oficial del Gobierno sobre el presunto final de ETA y agradeció a todos los partidos el "diálogo" para traer la paz a España, incluso por encima de la labor policial, judicial o a la colaboración con Francia.
Bono culminó el día de la Constitución con un discurso preñado de referencias a la banda terrorista ETA, pero sin apenas mención a las víctimas. Los colectivos de afectados por el terrorismo han manifestado ya su desacuerdo con las palabras del presidente del Congreso por tan flagrante omisión
Así, su último acto oficial como presidente del Congreso, enunció sin rubor que el día de ayer se trataba "del primer 6 de diciembre en el que los españoles viven sin la amenaza del terror de ETA".
Quizá en este orden de cosas, y en su voluntad de pedir al futuro y el anterior Gobierno que "caminasen juntos" en el futuro, pronunció una misteriosa frase dirigida al próximo ejecutivo de Rajoy: "Si para el acuerdo hace falta memoria bebamos de la fuente de la memoria, pero sí para llegar a acuerdos hace falta olvidar bebamos de la fuente del olvido".
Bono también tuvo palabras para todos aquellos que criticaron sus actuaciones. "No tengo, ni tuve, ni tendré complejos en confesarlo, frente a las críticas serenas o a las chanzas de bajo calibre intelectual o patriótico·.
Relación problemática
La relación del socialista José Bono con las víctimas del terrorismo ha sido a menudo problemática. Hay que recordar el conocido como Caso Bono, en el que el presidente del Congreso fue supuestamente agredido en una manifestación de víctimas convocada por la AVT el 22 de enero de 2005.
Bono aseguró que durante la marcha fue agredido en repetidas ocasiones y zarandeado por la multitud. El caso culminó con la detención de dos miembros del PP debido a una fotografía de la agencia Efe publicada por el diario El País.
No obstante, al no ser capaz de identificar a los presuntos agresores, el juez de instrucción número 42 de Madrid decidió archivar la causa. Ambos habían sido liberados apenas horas después de su detención.
No obstante, el PP ya había emprendido acciones legales contra los policías y al año siguiente tuvo lugar el juicio por detención ilegal y falsedad contra éstos, y que culminó en penas de cárcel por detención ilegal, falsificación de documento público y coacciones.
La polémica sentencia contra José Luis González, el ex comisario jefe de la Brigada Provincial de Información; Rodolfo Ruiz, y el inspector jefe Javier Fernández fue recurrida y el Supremo dictaminó que la detención fue perfectamente legal. Los agentes solicitaron después la baja del servicio.
Posteriormente, dos años después de las supuestas agresiones, el propio Bono reconoció que no fue agredido en la manifestación, sino sólo insultado. Por el camino quedaba el descrédito en diversos medios de comunicación a las víctimas del terrorismo y la polémica en torno a los miembros del PP que, supuestamente, le habían agredido.
Bono quiso matizar entonces que no fueron "las víctimas, sino los fanáticos".
Aún con posterioridad, en el año 2008, el socialista seguía dándole vueltas al tema. Bono utilizó el suicido de la mujer de uno de los comisarios detenidos por el "sufrimiento" que le causó el proceso judicial a su marido, para así atacar a los populares.
En una entrevista en TVE, sus palabras fueron: "En el camino los acusadores del PP quizás se olvidan de decir que la esposa del comisario se había suicidado. Tengo la carta explicando el sufrimiento de aquella mujer y su muerte".