Con el paso de los días se va confirmando el dictamen sobre la Operación Babel del juez instructor del caso Palma Arena, José Castro; quien aseguró que el verdadero objetivo del Instituto Nòos fue siempre apoderarse de fondos públicos y privados simulando ser "una especie de ONG".
El ánimo de lucro de la entidad que presidió Iñaki Urdangarín ha quedado demostrada, según el informe que Hacienda hizo público este jueves, que asegura que en todo momento se buscaron fines lucrativos mucho más que actuaciones propias de una entidad sin ánimo de lucro. Y para ello, no sólo sortearon la legalidad, entregaron informes a precios astronómicos, o desviaron fondos a entidades patrimoniales; sino que además violaron las bases de su propia institución. Según informa El Mundo, en el acta fundacional de Noòs se recoge que se trata de una "asociación científica sin ánimo de lucro" que "se financia a través de aportaciones de empresas e instituciones públicas para la realización de sus actividades" al margen de que "sean éstas congresos, investigaciones, publicaciones proyectos".
Por ello, el Instituto Noòs precisa que "todos los fondos se aplican a los objetivos fundacionales del Instituto" e incluso precisa que "el superávit presupuestario, si lo hubiera, se reinvierte en las propias actividades de la organización". Sin embargo, la forma de actuar de la entidad del duque de Palma ha sido bien distinta: desviaba el dinero –público y privado- que conseguía, a un entramado societario creado al efecto. Valgan como ejemplo los cinco millones de euros que cobró de las arcas de la comunidad de Baleares y Valencia que no fueron reinvertidos en Noòs, sino desviados a ese entramado, donde figura Aizoon, la empresa que comparte con la Infanta Cristina. A la entidad se desviaron 600.000 euros desde Noòs, que se reinvirtieron en propiedades inmobiliarias.
No conviene olvidar que el margen de ganancia real del Instituto Noòs llegó a ser de entre el 200% y el 500%, que se enviaba al entramado y no se volvía a reinvertir. Un margen muy abultado para seguir manteniendo la inexistencia del ánimo de lucro.