Ocurría a la entrada de la reunión del grupo parlamentario en la que ha sido ratificado en el cargo de presidente del grupo parlamentario del PSOE. Decenas de cámaras, periodistas y preguntas sobre si ha tomado ya su decisión de presentarse, y algún que otro traspiés: una grabadora que un periodista se le escapaba contra su cabeza. “¡Ay! Perdonad...”, replicaba Rubalcaba algo molesto tras un golpe que se escuchaba con claridad entre los gritos de "quita, quita", "dejadme" de los informadores cogiendo posiciones.
Golpe que dejaba a algunos sin hipo y que dejaba sin efecto la pregunta de "¿Ha decidido ya si se presenta?". “¿Os importa dejadme pasar por favor?”. Todos se abrían paso sin rechistar ante el incidente: “Tía, le han dado en la cabeza...”, decía una periodista.
Un "accidente doméstico", según denunciaba él mismo ante los periodistas en el interior de la Sala Ernest Lluch: "Me habéis hecho daño, me han metido una grabadora en la ojo. En el ojo. Y luego dirán que tengo mala leche". Y seguía. "No me volváis a dar ¿eh?" Y explicaba que ha visto venir "la grabadora por la izquerda" y le ha dado "en el ojo". "Pero me ha hecho daño, ¿eh? ¿No has visto la cara que he puesto?".
No ha querido entrar en quién ha sido, como le preguntaba la prensa que se apresuraba en decir "¡Yo no he sido!". "Estas como el Rey", le decían, a lo que él respondía con una sonrisa: "Voy a ver si me pinto unas gafas moradas y pongo: 'el mártir de la libertad de expresión'".