“Buenas noches a todos. Por favor, por favor...”. El candidato socialista a La Moncloa ya no disfrutaba del calor de los militantes como si hacía durante la campaña. Los gritos de “¡Guapo!” “¡Eres el mejor, Rubalcaba!” no parecían sentarle bien y comenzaba de nuevo al ser interrumpido por los asistentes a la Sala Ramón Rubial del PSOE. Había acudido a Ferraz a las 14:00 horas a comer con su equipo de campaña más cercano: Elena Valenciano y Antonio Hernando. Desde entonces permaneció en su despacho, al que se fueron sumando, durante la tarde, su mujer, Pilar Goya, José Luis Rodríguez Zapatero, en torno a las 19:00, Manuel Chaves, Marcelino Iglesias y Elena Valenciano.
Cuando se hubo confirmado el peor resultado en la historia del PSOE, Rubalcaba decidió comparecer, junto a los militantes, y no con la prensa. No estaba para preguntas. “El PP ha ganado ampliamente las elecciones”, comenzaba su intervención, acompañado por la ejecutiva socialista anunciando que había felicitado personalmente al PP por su victoria: “he hablado con Rajoy para transmitirle mi felicitación y desearle suerte en la tarea que va a asumir”.
El candidato socialista hablaba de que el PSOE “no ha tenido un buen resultado” pero agradecía a los siete millones de votantes que habían depositado su confianza en ellos “durante los años de la peor crisis económica”. “Agradecemos este apoyo que tiene un enorme significado para nosotros. Lo agradezco de corazón y les puedo asegurar que estaremos a la altura de esta confianza. Pasaremos a la oposición con el sentido de la responsabilidad que siempre hemos demostrado”.
Hablaba en plural, no en singular. Un matiz importante que revela lo que muchos piensan: que no es en absoluto descartable que no llegue siquiera a ejercer de líder de la oposición. De hecho, Rubalcaba ha informado de que ya le ha pedido a Zapatero la celebración del “congreso ordinario del partido lo antes posible dentro de los plazos que señalan nuestros estatutos”. Una convocatoria que se analizará mañana en la Ejecutiva del partido en la que, según fuentes socialistas, se pondrá también en la agenda la celebración del Comité Federal de la formación para el próximo sábado.
La catarsis a la que tendrá que enfrentarse ahora el PSOE se preveía en los lacónicos mensajes de ánimo de Rubalcaba: “El PSOE tiene un profundo arraigo en la sociedad española y afrontamos esta nueva etapa de nuestra historia”. Tras agradecer “de forma muy personal” el esfuerzo realizado a su equipo de campaña -“Gracias de corazón”, les decía esbozando su única sonrisa-, desaparecía de la sede socialista, en la que los militantes se agolpaban en las puertas del cuartel general socialista. Allí, había “pelea”: un grupo de militantes con un cartel de “Rehacer el partido” se enfrentaba a otro: “Pelea por lo que quieres”. Un buen ejemplo de lo que ocurrirá a partir de mañana en el partido del puño y la rosa.