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mayoría absoluta: 186 escaños

España se encomienda al PP

El PP logra una holgada mayoría absoluta, mayor que la de Aznar. El PSOE se hunde: pierde 60 escaños y cinco millones de votos.

El PP ha visto confirmados los mejores pronósticos de los sondeos: con 186 escaños y el 44 por ciento de los votos, Mariano Rajoy ha logrado, a la tercera, una mayoría absoluta holgada superior en tres diputados a la obtenida por José María Aznar en 2000. Sin embargo, con 10.400.000 votos, 500.000 más que en 2008, no ha arrancado muchos sufragios al PSOE, que ha sufrido un descalabro histórico. Con 110 escaños y un 28,72 por ciento de los votos, se queda a 16 puntos del PP con sesenta diputados y cuatro millones de votos menos que en 2008.

La reacción de los dos candidatos ha sido el fiel reflejo de sus resultados. Tras una tarde de expectación en Génova, la euforia se desató con los primeros resultados oficiales, que confirmaban una victoria más aplastante que la de Aznar, reforzada por el hundimiento del PSOE. Tras las comparecencias de Ana Mato, primero, y María Dolores de Cospedal, después, Mariano Rajoy se dirigió pasadas las diez de la noche a los cientos de simpatizantes que se habían acercado a la sede. Entre gritos de "presidente, presidente", Rajoy hizo varias menciones en su discurso al "mucho trabajo y mucho esfuerzo" que será necesario desde mañana y al "difícil" momento que vive España, en alusión a la complicadísima situación económica a la que tendrá que hacer frente con su llegada al poder.

Rodeado por Mato, Cospedal, Gallardón, Aguirre, Arias Cañete, Soraya Sáenz de Santamaría, Pío García Escudero, Esteban González Pons y su mujer, Elvira Fernández, Rajoy insistió en su discurso en mencionar la tarea que le espera desde Moncloa, con la promesa de trabajar con "determinación, fuerza y apoyo". "No va a ser fácil", insistió, moderando la euforia de sus seguidores ante las negras perspectivas a corto plazo de la economía española.

Tareas urgentes, plazos dilatados

Lo cierto es que la situación económica no permitirá a Mariano Rajoy ni un solo día de descanso. La noche electoral será, seguramente, el último momento de tranquilidad que tendrá el presidente del PP en mucho tiempo. Por eso resulta cada vez más incompresible los dilatados plazos establecidos para el traspaso de poderes. En otros regímenes parlamentarios, como Reino Unido, mañana mismo Rajoy asumiría el Gobierno con un resultado tan abrumador. En España, el Gobierno fijó en el Real Decreto que convocaba elecciones la constitución de las nuevas Cortes Generales para el día 13 de diciembre. Tres semanas de vacío de poder con un Gobierno en funciones y un presidente electo sin capacidad de maniobra. De hecho, de cumplirse estos plazos, Rajoy no tomaría posesión hasta el 20 de diciembre.

Por encima de todo, surgen tres fechas clave en las semanas que quedan antes de la investidura. Sobre el presidente elector recaerán todas las miradas, aunque José Luis Rodríguez Zapatero todavía no habría abandonado La Moncloa. Un mes en el que España afronta fechas que pueden ser decisivas para el futuro inmediato de la Nación.
El primer día marcado en rojo en la agenda es el próximo martes día 22 de noviembre. Apenas dos días después de las elecciones, el Tesoro Público tiene prevista una subasta de Letras a tres y seis meses. Es la primera vez que los inversores internacionales opinarán de forma directa acerca de los resultados de las elecciones. Una bajada en la rentabilidad exigida se podría interpretar como una mayor confianza en el nuevo Gobierno (aunque las encuestas ya daban por hecho este resultado). Del mismo modo, si el Tesoro no lograse colocar la cantidad de papel prevista, sería una muy mala señal.

La prima de riesgo cerró el viernes en 476 puntos y una rentabilidad del 6,733%, un nivel muy alto pero alejado del máximo de 525 puntos que llegó a tocar la semana pasada. Sin duda, ésta será la ratio que más miradas concentrará en estos días. En la evolución de la deuda española en los mercados secundarios tendrá mucho que ver la confianza
que sepa transmitir el nuevo Gobierno, según se vayan filtrando los nombres de los ministros y las primeras medidas que tomará el equipo de Mariano Rajoy.

La segunda fecha clave de estas semanas será el 9 de diciembre, cuando tenga lugar la próxima cumbre europea con todos los líderes del continente. No parece sencillo que la investidura de Rajoy se produzca antes de este día, aunque algunos de los dirigentes del Viejo Continente están presionando para que sea el nuevo presidente el que acuda al encuentro. Desde luego, con la enorme crisis económica y con todas las incertidumbres que rodean a España, no tiene mucho sentido que no haya presencia de quien va a dirigir el país los próximos cuatro años.

Por último, el tercer momento importante llegará el 1 de diciembre, cuando el Tesoro realice una subasta de bonos a largo plazo (3 y 5 años). Esta emisión podría interpretarse como la valoración que los mercados ofrecen sobre la solvencia de España en período de tiempo algo mayor al de las letras que se emiten este martes.

El PSOE se hunde pero Rubalcaba se queda

A la debilidad del Gobierno por la crítica situación económica se sumará la guerra interna que desde esta noche se abre por el poder del PSOE. A pesar del descalabro Alfredo Pérez Rubalcaba no ha dimitido, aunque sí ha pedido renovación. En una declaración sin preguntas, y en absoluta soledad, ha reclamado que se convoque lo antes posible el Comité Federal para elegir un nuevo secretario general. Pero no ha dicho nada sobre su futuro: ni ha anunciado que lo deja ni ha dicho que luchará por hacerse con el liderazgo del PSOE.

La que se presumía como su principal rival, Carmen Chacón, no ha tenido mejor suerte. Los resultados del PSC iban a interpretarse como un termómetro para medir sus opciones en unas hipotéticas primarias. Pero la derrota de los socialistas catalanes, que han sido la segunda fuerza política por primera vez en unos generales, dejan a Chacón en tan mal lugar como su contrincante. Su rostro al analizar los resultados era la prueba de que sabía que tras este 20-N, la mayor parte de sus opciones quedaban sepultadas.

La entrada de Amaiur

Dejando a un lado los resultados de los dos principales partidos, en estas elecciones destaca, sobre todo, la irrupción de Amaiur, la marca de ETA, en el Congreso con grupo propio y 7 escaños. Se queda por detrás el PNV, con cinco diputados. Cada partido obtiene algo más de 300.000 votos.

Destaca también la subida de IU, que pasa de dos a once diputados, con algo más del 7 por ciento de los votos. UPyD, con cinco escaños y un 4,76 por ciento de los votos podría formar también grupo propio, pese a resultar el partido más penalizado por la Ley
Electoral.

Entran en el Congreso Compromís y Foro Ciudadano, con un diputado cada
uno. ERC obtiene tres, y BNG y CC, dos diputados cada uno.

Lo que decían los sondeos

El resultado era peor para el PP en los sondeos, que sí predijeron la mayoría absoluta. Daban al PP entre 181 y 185 escaños y al PSOE, entre 115 y 119. Acertaron en los resultados de IU y Amaiur y se quedaron cortos con UPyD, a los que sólo concedieron entre 3 y 4.

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