Un total de 1.463.47 personas están inscritas en el Censo de Españoles Residentes Ausentes (CERA), es decir, los españoles que viven en el extranjero y que están llamados a las urnas para el próximo domingo 20 de noviembre.
Sin embargo, muchos de ellos no ejercerán su derecho al voto. Tan sólo 136.380 españoles residentes en el extranjero han solicitado votar para las elecciones a las Cortes Generales, lo que representa el 9,3 por ciento, tal y como informa el Instituto Nacional de Estadística.
Sin embargo, esta cifra es muy inferior a la que se registró en los pasados comicios de 2008 en los que ganó Rodríguez Zapatero. Entonces fueron 382.568 los españoles que ejercieron su derecho a voto desde el extranjero. Además, el censo de españoles residentes en el extranjero ha aumentado en 258.144 desde las últimas elecciones generales, hasta llegar a los 1, 4 millones.
¿Tiene relevancia objetiva este voto?
Entonces, ¿por qué motivo ha bajado tanto la participación? El desencanto con la política o con el Gobierno no es el motivo principal para que sean más de 200.000 votos menos desde el extranjero. La respuesta es el voto rogado. Siempre hasta las últimas locales y autonómicas las papeletas llegaban a los domicilios. Ahora, los electores que viven en el extranjero deben solicitar personalmente su voluntad de ejercer el voto, ya sea por correo o en la urna instalada en los consulados. Y ha sido este hecho el que ha propiciado la baja participación.
De este modo, el poder del voto de la emigración será mínimo y los principales partidos consideran que la baja participación impedirá que el voto exterior pueda decidir algún escaño que esté en juego. Algo que sí ocurrió en las generales del 2008, cuando el voto exterior sumó más de 382.568 sufragios. Entonces, un escaño bailó en Barcelona beneficiando al PP en detrimento de CiU. Una diferencia que estuvo marcada por tan sólo 300 votos.
¿Qué votan los emigrantes?
Tradicionalmente, el voto de los emigrantes ha variado en las distintas votaciones aunque normalmente ha beneficiado al partido en el Gobierno. Los residentes en el extranjero dieron su apoyo a José María Aznar mientras que Rajoy ganó de manera muy ajustada en 2004. Entonces el PP obtuvo 127.524 votos mientras que los socialistas lograban 117.162.
Mientras tanto Zapatero ganó con gran claridad en 2008. Hace cuatro años los socialistas obtuvieron 217.686 votos frente a los 106.265 del Partido Popular. Así, el PSOE venció en 51 de las 52 provincias españoles mientras que en Tenerife lo hizo Coalición Canaria.
¿Dónde va a parar este voto?
Los españoles que deciden votar en las elecciones y que viven en el extranjero tienen la posibilidad de ejercer su sufragio ya sea por correo o en las urnas que están instaladas en los consulados que España posee por todo el mundo.
Éstos deberán votar en la circunscripción a la que estén adscritos en España tal y como recoge la Ley Electoral en su artículo 75. Sin embargo, muchos residentes fijos en el extranjero piden cambios importantes en el ejercicio de su voto.
Su petición pasa por una circunscripción propia para los que vivan en el exterior y así tener sus propios representantes. Actualmente su voto va a una de las circunscripciones de España. En sus propios cálculos a estos españoles les correspondería elegir a unos doce diputados y a diez senadores.