El debate, en el que participaron Alberto Ruiz Gallardón (PP), Ramón Jáuregui (PSOE), Pere Macías (CiU), Josu Erkoreka (PNV), y Gaspar Llamazares (IU), tuvo escaso ritmo pese a los intentos de la presentadora, María Casado, y no incluyó apenas novedades respecto de las ideas escuchadas en el debate entre Rubalcaba y Rajoy. Como su líder, fue Gallardón el que se impuso en el debate ante un Jáuregui que poco pudo hacer ante el desolador panorama de las cifras económicas.
En el apartado económico, Gallardón, que prometió una "reforma fiscal que no castigue" a los ciudadanos y rechazó "volver a subir el IVA", se enzarzó con Jáuregui por la herencia de los gobiernos de Aznar. Mientras Jáuregui le culpaba de la burbuja inmobiliaria responsabilizándole del paro, y acusaba a su oponente de sentir "nostalgia" de ese periodo, el alcalde alegó que eso no es "nostalgia, sino un ejemplo de credibilidad", al tiempo que enumeraba algunos de esos logros. El candidato también insistió en hablar de "futuro" y prometió que con el PP sí se podía salir de la crisis frente a la incapacidad mostrada por el PSOE. El resto de partidos, mientras, culpaba a ambos partidos de la crisis con un Llamazares especialmente combativo que hizo suyas muchas de las proclamas de los indignados.
En el apartado de políticas sociales, Gallardón abrió el turno de intervenciones proclamando el "no al copago en la Sanidad" y prometiendo que su partido "jamás" recortará en sanidad, educación y pensiones. "Nunca más en la historia de España pasará lo que ha pasado con un gobierno socialista", ha dicho. "Garantizamos y lo haremos por ley la revalorización de las pensiones y el mantenimiento del poder adquisitivo".
Jáuregui aprovechó este momento para atacar al alcalde utilizando la elevada deuda del Ayuntamiento de Madrid y los recortes que, según dijo, hacen las comunidades del PP. El ministro contrastó "palabras y hechos" y le reprochó que hubiera dicho que "nadie puede gastar más de lo que tiene". "Dígaselo a usted mismo", le espetó. En su respuesta, Gallardón le contestó destacando las cifras del paro de la ciudad, sensiblemente inferiores a la media española: "Desde que ha estallado la crisis esta ciudad ha conseguido aumentar el diferencial del paro". El mérito en cualquier caso no sería suyo, puesto que las competencias de empleo recaen en la Comunidad de Madrid.
El último bloque estaba dedicado a la calidad de la democracia y tuvo una importancia relevante tanto ETA como el estado autonómico y el poder judicial. Jáuregui abrió su turno refiriéndose a la "victoria de sociedad" que supone, dijo, el comunicado. "No ha caído del cielo, ha habido una política grande, política noble", dijo antes de expresar su deseo de que "la paz nos impregne". Gallardón contestó que "no es una noticia suficiente" y que "nadie debería repartirse medallas" excepto las víctimas y las fuerzas de seguridad".
Hubo mención a la corrupción, que vino de Llamazares, y al Estatuto, por parte de Macías, que también aprovechó la ocasión para reprochar a Jáuregui el vídeo de las Juventudes del PSC sobre los recortes. El socialista alegó no haberlo visto.
En las últimas intervenciones, el PNV destacó el comunicado, Macías utilizó el catalán y Llamazares se dirigió directamente a los simpatizantes del 15-M: "IU es como tú, como tú, estamos indignados". Gallardón, mientras, dijo que lo que está "en juego es que España salga adelante" y Jáuregui enfatizó el "cómo". "No con fractura social", afirmó.
El resto de partidos en el Congreso estuvieron presentes, pero a través de grabaciones enlatadas. Mención especial merecen las intervenciones de Rosa Díez, que levantaron ampollas entre algunos de los candidatos. La diputada de UPyD criticó su "despilfarro", los "chiringuitos" de las autonomías y también aprovechó para lamentar la poca pluralidad política de una democracia que no le permitía sentarse en el debate organizado por TVE.