Mariano Rajoy pasó la víspera de su cara a cara contra Alfredo Pérez Rubalcaba encerrado en su casa de Aravaca. Aunque estuvo en permanente contacto con su círculo de asesores más íntimo, no se trasladó a Génova 13, donde sí mantuvo una reunión el sábado por la tarde (tras su acto en Getafe) para perfilar la estrategia.
El líder de los populares da una importancia relativa al debate. Repasando los estudios de los dos enfrentamientos que mantuvo José Luis Rodríguez Zapatero en 2008, comprueba que apenas se mueve el voto. Ahora bien, en el PP son conscientes de que pinchar el lunes sería lastrar el resto de la campaña, que aún está en su fase inicial.
Y de ahí que Rajoy haya optado por hacer pellas en el primer domingo que tenía para pedir el voto. Tenía previsto acudir a Sevilla, pero finalmente quedó cancelado. Sus dos descansos fueron para dar el paseo matinal que siempre realiza a primerísima hora y para ver el partido del Real Madrid. El resto, a piñón para aprenderse la lección.
Para que todo salga según lo previsto, el equipo que dirige Soraya Sáenz de Santamaría -con la colaboración estrecha de José Luis Ayllón- le preparó una batería de fichas a cual trivial. Estos cartones están divididos por colores, que corresponden a los temas. El más importante, el económico, y de ahí que Cristobal Montoro y los suyos también hayan sido clave en la operación.
Además, seis asesores (encargados de hasta el más mínimo detalles, como la corbata) le acompañarán hasta el último minuto, ya en el Academia de la Televisión. Una vez acceda al plató ya no podrán estar con él, teniendo que seguir el rifirrafe en una sala paralela, junto a los centenares de periodistas acreditados.
En cuanto al discurso, no se le escuchará nada nuevo. “Todo está en el Programa”, arguyen fuentes de la dirección, y también “en el ejemplo que suponen los gobiernos autonómicos” de la formación. Un mensaje “en positivo, de concordia”. “Frente a la pelea, unidad”, recetan en Génova, dando pistas de por dónde irá Rajoy.
“Rubalcaba podrá ladrar todo lo que quiera, pero una cosa está clara: nada ha hecho para paliar la sangría de parados. Si tiene la receta, ¿por qué no la ha aplicado?”, expuso un estratega del partido. Al hilo, el equipo de comunicación publicaba un nuevo vídeo electoral centrado en esta realidad, la de los cerca de cinco millones de parados. Rajoy “es previsible” y mantendrá “esa marca de la casa”.
Cospedal ve "irresponsable" al PSOE
Así las cosas, con Rajoy alejado de los ruedos, María Dolores de Cospedal ganó aún más peso interno si cabe y se trasladó hasta Badalona (Barcelona) para hacerse la fotografía del día con Xavier García Albiol, alcalde del municipio, atacado por el resto de fuerzas por su firme discurso contra la inmigración. “Delinquir, robar y hacer la vida imposible a los vecinos resulta casi gratis”, se quejó, reclamando a renglón seguido una reforma de la legislación si el PP alcanza el poder el 20-N.
La secretaria general del PP, por su parte, insistió en la estrategia avanzada un día antes por Génova; frente a la fotografía del “pasado” del PSOE, la del “futuro” que representan sus siglas. Pero, yendo un paso más allá, llegó a censurar la actitud de los dinosaurios socialistas por “irresponsables”.
“Crear la confrontación y la división no trae nada bueno. Aquél que vive de la pelea puede acabar muy mal”, sentenció, ante un auditorio repleto; más de dos mil militantes, a pesar de que por la lluvia se tuvo que cambiar de ubicación, que acabó siendo un gigantesco pabellón de baloncesto.
“Pueden pensar que somos tontos. Es un insulto a la inteligencia, como si no tuviéramos memoria”, añadió Cospedal, sacando a colación los datos de la EPA, que en Cataluña arrojan 750.000 desempleados. “¿Qué le van a decir Griñán, Chaves, Guerra o González a los jóvenes? ¿Qué le van a ofrecer?”, se preguntó, para a renglón seguido contestarse: “Más paro o contratos sociales”, aseveró, recibiendo el aplauso de los suyos.
Cospedal, que en más de una ocasión volvió a la “irresponsabilidad” que supone “volver al rencor y a la pelea” para conseguir “un puñado de votos”, también centró sus golpes electorales hacia CiU, aliado del Gobierno socialista en esta legislatura: “Ha sido nefasto para Cataluña el apoyo que CiU ha prestado al PSOE en España. Debería avergonzarse porque han mantenido con su voto a los socialistas”, radiografió.
Por último, tanto Cospedal como Alicia Sánchez Camacho hicieron un llamamiento para rebajar la euforia, para no dar por ganadas las elecciones. “Si ganamos no será una victoria del PP, ni tampoco de Rajoy, será una victoria de Cataluña y de España”, remató la número dos de los populares.