En un acto que reúne a más de ochenta altos cargos del PP tan importante son los discursos como lo que se comenta en los pasillos, cafés o comidas que se desarrollan en paralelo. El Comité Ejecutivo Nacional de este lunes no fue una excepción. Ya la noche previa, la ciudad de Santiago se convertía en un tablero popular en el que los ministrables movían con cálculo sus fichas.
En un conocido restaurante se pudo ver a dos que siempre están en las quinielas: José Manuel Soria y Juan José Güemes, que despachaban distendidos a la par que saludaban a otros colegas de formación. El primero deja la presidencia del PP de Canarias para dar el salto al Congreso y, según muchos, recalar o bien en el Gobierno de Mariano Rajoy o tal vez en un cargo clave de Génova. El segundo se metió en la actividad privada tras su paso por el Gobierno de Esperanza Aguirre, pero nunca ha dejado de asistir a los cónclaves populares.
También por las calles empedradas de la histórica ciudad se pudo observar a José Antonio Monago, presidente de Extremadura. Pero del lugar de donde salía no era un hotelazo sino, más bien, un discreto hotelito de tres estrellas. “Austeridad en carne propia”, podría ser el titular de la fotografía.
Pero, sobretodo, si de algo se habló en este cónclave, además del tan manido Programa Electoral, fue de encuestas, públicas y privadas. El propio Rajoy está especialmente interesado por los estudios demoscópicos, yendo por delante que no duda que vaya a ganar en la contienda electoral.
Según los últimos sondeos del PP, muy mal se les tendría que poner las cosas para no mantener los quince puntos de distancia con respecto al PSOE. Clave en este demoledor resultado serán los buenos resultados que esperan cosechar en Cataluña (donde aspiran a empatar o ganar en votos con CiU) y Andalucía.
En País Vasco “todo puede pasar”, en voz de un miembro del comité de dirección. Antonio Basagoiti, también presente, fue bastante más optimista, y auguraba que el PP aguantará mientras el PSOE se hundirá. En el fondo de la cuestión la fuerza de Amaiur, la marca de Batasuna que se presentará a las Cortes.
La batalla en Asturias enfrenta al centro-derecha y, más concretamente, a antiguos compañeros. Pese a lo que se publica en los medios, Rajoy considera que el PP irá por delante de Foro Asturias en el 20-N. Concretamente, los populares esperan alcanzar tres representantes, exactamente los mismos que el PSOE. A Francisco Álvarez Cascos tan sólo le dan un escaño.
El citado Monago, por su parte, no dudó en reivindicar lo suyo: según una encuesta, podría doblar el número de votos con respecto a las autonómicas y locales. Un auténtico terremoto electoral que dio alas generalizadas a unos dirigentes que ya piensan en el día después a los comicios. Tan claro lo ven que ya trabajan en cómo compadrear con PNV y CiU “a pesar de la mayoría absoluta”.