En su último documento interno difundido a sus bases, Batasuna se jacta de haber pasado en "pocos meses" de estar frente al "precipicio" a aspirar a todo, al tiempo que reivindica los "cincuenta años de lucha anteriores" de cara a su hoja de ruta para el futuro en la que llega a plantear la posibilidad de llevar a cabo una declaración unilateral de independencia como la que tuvo lugar en Kosovo en 2008.
"Parece mentira cuánto hemos avanzado en pocos meses, dónde estábamos y dónde estamos (...) Ahora no hay ningún precipicio ante nuestros ojos", dice este documento llamado 'Concretando Zutik Euskal Herria' (Euskal Herria en pie) con el que la izquierda abertzale resume y actualiza el texto que con el mismo nombre se comenzó a discutir hace dos años en sus asambleas del País Vasco y Navarra y en las cárceles dando lugar al inicio de la estrategia actual del entorno de ETA.
"Lo dijimos por entonces: ZUTIK EUSKAL HERRIA no sería posible sin las condiciones políticas creadas por los cincuenta años de lucha anteriores", presume Batasuna en esta hoja de ruta recogida por Europa Press en la que advierten de que, "hoy en día", su "reflexión sigue teniendo la misma base". Así, a la hora de trazar las líneas maestras de la que pretende ser su estrategia de los próximos años, llegan a plantear la vía Kosovo mediante lo que ellos denominan la "acumulación de fuerzas".
"Viendo la completa cerrazón del Estado, y formando una amplia mayoría en Euskal Herria, seguiremos dando pasos unilaterales, llegando a hacer una declaración de independencia unilateral, si algún día fuera necesario", dice Batasuna, que no obstante admite que "para dar un paso así la relación de fuerzas en toda Euskal Herria debería cambiar absolutamente y conseguir un acuerdo básico entre todas las culturas políticas del País".
Asegura el texto que la prioridad es pactar con el Estado, pero al mismo tiempo advierte de que "si no hay voluntad política por su parte, obligará a dar más pasos unilaterales". "Si nos topamos con falta de voluntad por parte de los Estados, optaremos por actuar dando pasos unilaterales como País. ¿Para qué queremos nuevas mayorías sociales? Justamente para poder dar más pasos unilaterales, si son necesarios como consecuencia de la prolongación de la cerrazón de los Estados, hasta la independencia, por supuesto", aclara Batasuna en otra parte del documento.
Entre sus objetivos se plantean además otras cuestiones como el "cambio de leyes" para impulsar el euskera, desarrollar un sistema educativo propio entre las que incluye la "aplicación del Currículum Vasco o la creación de la Universidad Vasca", así como lograr que "la Selección de Euskal Herria pueda competir oficialmente a nivel mundial" o la "reorganización de Udalbiltza como institución nacional basada en los municipios".
Tampoco se olvidan de Sortu –actualmente pendiente de un recurso ante el Tribunal Constitucional– en el marco de lo que denominan como "una renovación de la izquierda abertzale".
Batasuna reconoce que "en los últimos años los Estados habían dejado en gran medida debilitada la estrategia de la izquierda abertzale" y en otro punto llega a admitir que "hoy en día no se puede decir que el proceso tenga unas bases totalmente sólidas" en sus "pueblos y barrios". "El principal trabajo de sembrar y enraizar el Proceso Democrático en las tierras vascas está aún por hacer", añade.
En otra fase del documento, se critica que España y Francia "dirigirán todos sus esfuerzos a conseguir que prevalezca su narración de vencedores y vencidos". "Nosotros no tenemos narración por el momento, porque en Euskal Herria nada ha terminado. La nueva estrategia no da fin a nada, porque es la continuación lógica a todo lo que ha pasado hasta ahora", advierten al tiempo que anuncian que en esa nueva estrategia "la negociación ya no es un objetivo" en sí mismo, sino "otro ámbito de lucha".
A pesar de ello reivindican la propuesta de Anoeta del año 2004 y piden un diálogo entre "los agentes políticos" vascos para establecer el reconocimiento del carácter de nación y el respeto a la voluntad popular" y una negociación entre ETA y los Estados para dar fin a la confrontación armada y solucionar sus consecuencias (presos, refugiados, desarme, desmilitarización...)".