Actualmente, hay en las cárceles españolas un total de 559 presos de ETA, entre los cuales 478 son hombres y 81 mujeres. De ese total, 438 están cumpliendo sus respectivas condenas –que son firmes- y 121 se encuentran internados de forma preventiva a la espera de la celebración de sus juicios.
En régimen cerrado, es decir, aislados en una celda de la que únicamente pueden salir cinco horas al día para realizar actividades que se desarrollan dentro de la prisión, hay un total 377 presos.
Por otro lado, en régimen ordinario o de segundo grado se contabilizan 181 presos de ETA. Este grado supone que los internos ya pueden acceder a obtener beneficios penitenciarios y que, por lo tanto, la mayoría de ellos disfrutan de los mismos.
Por su parte, en régimen abierto o de tercer grado hay en estos momentos cuatro etarras. Se trata de un régimen de semilibertad en el que los presos salen durante el día de las prisiones para ir a trabajar o recibir cursos formativos y vuelven a sus celdas para pernoctar. Estos cuatro permisos se concedieron en los últimos cuatro años a presos que han manifestado por escrito su renuncia a la violencia y que han pedido perdón a las víctimas. Es el caso por ejemplo, de José Luis Álvarez Santacristina, alías Txelis, el último miembro de ETA al que se le concedió el tercer grado.
Por otro lado, en el extranjero hay un total de 144 etarras encarcelados. La gran mayoría, 140 se encuentran en prisiones francesas. También hay un interno en un interno en Portugal, otro en Méjico, otro en Irlanda y un último en Inglaterra.