"No sé si me invitan como agitador agitado, como rebelde que no se conforma, como fiel militante de un partido que no quiero que se sienta derrotado porque tiene la respuesta a la crisis que no la tiene la derecha", ha dicho Felipe González.
El expresidente del Gobierno ha tomado la palabra por sorpresa en el acto inaugural de la Conferencia Política del PSOE, antes de la intervención de Zapatero, que ha quedado eclipsado por el expresidente del Gobierno. Aunque la intervención no estaba prevista, la posibilidad de un discurso de González ha empezado a comentarse en los pasillos antes del inicio de la Conferencia.
El anuncio lo ha hecho el presidente de la conferencia, el andaluz José Antonio Griñán, que ha dicho que iba a romper el guión y a aprovechar la presencia del expresidente para pedirle que subiese al atril. González, nada más subir, ha bromeado diciendo que tenía unos papeles preparados para esa intervención "improvisada".
"Yo estoy aquí, estoy a tu servicio", ha dicho González en su discurso, refiriéndose a Rubalcaba, cuya victoria es, en su opinión, "lo mejor que se puede pensar para el futuro de este país". "Estoy dispuesto a trabajar, a contribuir a lo que necesitamos, y necesitamos una movilización inmediata, a la ofensiva, no a la defensiva", afirmó en un intento de insuflar ánimos a los socialistas.
González se ha puesto a las "órdenes" del candidato socialista "desde anteayer, hasta el 20N y después". "Para lo que quieras, a tus órdenes como un militante del partido", ha proclamado.
También ha hecho alguna propuesta, como sacar del IPC los precios del tabaco y del alcohol, para no pagar un alza de la inflación "por vicios personales o particulares", incluso ha ironizado preguntándose si se incluirá en el IPC el precio de las drogas, "las pastillitas que circulan por ahí para ponerse contentos".