El Partido Popular entró al trapo y contestó con firmeza a la ofensiva socialista contra los planes de ajuste de las comunidades autónomas que gobierna. "Falta de rigor, hipocresía, mentiras" son sólo algunos de los muchos calificativos, todos negativos, que los populares usaron para desacreditar a un Alfredo Pérez Rubalcaba que ven "tirado al monte y en las últimas".
La respuesta del partido aventajado en las encuestas fue enérgica, aunque no en voz de Mariano Rajoy. El candidato a La Moncloa, siempre aliado de un tono institucional y presidencialista, se quedó en su despacho, si bien sí que dio orden a Esteban González Pons para que le cantara las cuarenta a su rival en las urnas.
El portavoz de Génova no necesitó muchos argumentos para vilipendiar a Rubalcaba. Sólo le hizo falta echar la vista atrás unos pocos meses para recordar su cargo de vicepresidente primero y vincularlo a las penurias económicas del país.
"¿Cómo quién es protagonista de los recortes sociales más sangrantes, crueles y dolorosos de la democracia puede acusar a otros de hacer recortes?", se preguntó un González Pons enfadado, y que utilizó toda la comparecencia de prensa para acribillar a su oponente político.
Su principal latiguillo no fue otro que el de los "cinco millones de parados", que mentó una y otra vez para reflexionar que "o el PSOE no sabe quién es Rubalcaba, o Rubalcaba no sabe quién es el PSOE, o el candidato quiere engañar a los españoles como alguien nuevo".
En vez de acusar, el vicesecretario de comunicación popular le recomendó "explicar" el por qué de la tasa de desempleados, "una sombra que le va a acompañar en toda la campaña". Pons se vino arriba a medida que pasaban los minutos: "¿Cómo tienes la facundia de acusar al PP? ¿Cómo tienes tanta caradura?", inquirió a Rubalcaba.
"El mayor hachazo social, recortes sociales de campeonato, históricos", afirmó, a modo de herencia socialista. Y añadió: "Los ciudadanos ya conocen lo que sabe hacer el PSOE". Pero, por si acaso, González Pons hizo de profesor: "Mentiras, miedo" y destrucción de empleo.
"Nos comprometemos a no congelar las pensiones"
Hecha la respuesta-ataque, el portavoz de Rajoy entró en el fondo de la cuestión, el de los recortes. Tajante negó que en las comunidades del PP esté habiendo una merma del bienestar social, sino que se están enfrentando "lo mejor posible" a escenarios dificilísimos. Y, adelantándose a los socialistas, solemnizó: "Nos comprometemos a no congelar las pensiones. Congelar las pensiones es de socialistas, no de populares".
Y tras esta breve, pero importante, aclaración -en la que incluyó que dejarán morir el Impuesto de Patrimonio-, González Pons volvió al ataque a fin de noquear del todo al cabeza de cartel de Ferraz: "Su dedo ha funcionado como una guillotina en toda la legislatura", dijo, en una retahíla de comentarios a cual más original.
"¡Alfredo manos tijeras!", acuñó finalmente, para encuadrar esta agresividad política en un capítulo al que no hay que volver. Y es que, arguyó, pronto el PSOE se dará cuenta de que hablar de empleo no le conviene: la próxima semana "tendremos un nuevo argumentario socialista", auguró.
Ya en pasillos, portavoces del PP insistían en la necesidad de la "enérgica respuesta" a "las mentiras" de Rubalcaba. "Ni un solo español se lo puede creer. Teníamos que salir", apuntaron las fuentes consultadas. Ahora bien, Rajoy quiere por todos los medios bajar en decibelios el tono y volver a llevar el debate a los datos. En Génova admiten que, en esta ocasión, Ferraz les ha llevado la delantera.